El delegado dominicano permanente ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Andrés L. Mateo, dijo que la República Dominicana tiene muchos motivos históricos para acompañar la petición de que se ponga fin de inmediato al uso de la fuerza contra Ucrania. 

El embajador Mateo habló en la sesión extraordinaria del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, donde el país participa en su calidad de Estado Miembro. 

“Durante todo el siglo veinte fuimos víctimas de dos intervenciones norteamericanas, y conocemos al dedillo el sufrimiento infinito que se deriva de la dominación extranjera", expresó.

Citó al Secretario General de la ONU, que expresó que “el uso de la fuerza por parte de un país contra otro es la negación de los principios que todo país se ha comprometido a defender”.

Indicó que la República Dominicana se aferra a un principio cardenal, como lo son para la UNESCO la educación, la cultura, la ciencia, la igualdad, la innovación, la libertad de expresión, el derecho a disentir y la paz.

Tras agotar un turno de 6 minutos, el embajador Mateo, reiteró que, en nombre del país, integra el grupo de más de 60 países que presentó el proyecto de decisión.

Detalló que es un documento integrador, y asume el análisis a partir de los numerosos aspectos del mandato específico de la UNESCO ante conflictos como el actual de Rusia y Ucrania.

Consideró que lo que está en juego no es tan solo una guerra europea, y señaló que la "culta Europa", con sus sistemas de pensamiento que dan fundamento a toda la cultura occidental, y su lógica cartesiana, ha sido el escenario de las dos grandes guerras mundiales que ha visto la humanidad.

"Ahora, como dice el filósofo Etienne Bálivar, “no es una pregunta fácil saber qué guerra es la que ha empezado”. ¿Es la nueva modalidad de la guerra fría, o una guerra imperialista? ¿Es la tercera guerra mundial; con su pavorosa capacidad de destrucción?”. 

Bajo la sombra de la amenaza y el riesgo de extinción 

El diplomático dominicano expresó que cualquiera que sea la respuesta a la realidad tan fluida de las circunstancias por la que está pasando el mundo, en general se está bajo la sombra de la amenaza y el riesgo de extinción.

"Y lo estamos todos, la humanidad entera, el mundo entero. Y es por ello que este proyecto de decisión pasa revista a todas las grandes resoluciones del sistema mundial para preservar la paz, y configurar eso que la cultura francesa ha llamado desde el siglo XVIII La condición humana”, precisó.

Sugirió que “debemos apostar íntegramente a la aprobación de este proyecto de decisión. Darle impulso al movimiento real que anula y supera el estado de cosas actuales. Empinarnos sobre el terror y la capacidad de destrucción que ha erigido la humanidad contra sí misma, para alcanzar la paz, base profunda de todo cuanto justifica el mandato y las acciones de la UNESCO”.