La relajación profunda es una de las técnicas tradicionalmente utilizadas en el yoga para preparar el cuerpo para la práctica de meditación. Los diversos roles que desempeñamos en la sociedad en el plano profesional, laboral, familiar, etc., nos exponen constantemente a factores estresantes; muchos de los cuales no tenemos la opción de evitar. Si bien no es posible vivir bajo un “ambiente controlado”, libre del estrés que provoca la vida moderna, podemos aprender a gestionar nuestras emociones y relaciones interpersonales de manera sana y constructiva.
Para ello, el yoga nos ofrece una serie de técnicas que aplicadas de manera consistente y con asiduidad, nos permiten combatir el estrés provocado por las actividades de la cotidianidad e inducir a voluntad un estado de relajación profunda, caracterizado por sensaciones de distención física y mental, calma, serenidad y paz interior. Experimentar frecuentemente este estado de relajación profunda es esencial para evitar que los efectos nocivos del estrés se acumulen en el cuerpo, afectando nuestro estado de ánimo y provocando el deterioro de nuestra salud física, mental y emocional.
A continuación, veremos algunas de las técnicas que el yoga nos ofrece para inducir un estado de relajación profunda y combatir los efectos del estrés.
La práctica de asanas (posturas físicas)
La postura por excelencia para promover el estado de relajación en el yoga es la “postura del cadáver”; que consiste en acostarse boca arriba sobre una superficie plana cubierta por una colcha, manta o tapiz de yoga, manteniendo el cuerpo en posición decúbito supino, con los ojos suavemente cerrados y las palmas de las manos hacia arriba. Esta postura resulta ideal cuando sentimos un estado de extenuación física y mental, ya que produce una relajación completa del cuerpo y la mente. Si es practicada en la noche, justo antes de dormir, esta postura promueve un sueño profundo y reparador; por lo que también es excelente para combatir el insomnio.
Técnicas de respiración
La respiración es considerada en el yoga como el vehículo que transporta la energía vital que recorre nuestro cuerpo (también denominada prana o chi). A través de la respiración rítmica podemos energizar el cuerpo físico y propiciar el desbloqueo de los canales energéticos que transportan el prana por todo el cuerpo. Una de las técnicas de respiración más eficaces para promover la relajación es la “respiración alterna”, ya que tiene un poderoso efecto calmante sobre el sistema nervioso.
Esta técnica de respiración se practica sentado sobre una superficie blanda y firme, con el cuello y la espalda rectos, mientras la mano izquierda descansa sobre el muslo izquierdo y la mano derecha se utiliza para tapar alternadamente las narinas. Para ello, se colocan los dedos índice y mayor sobre el entrecejo, el dedo pulgar tapa la narina derecha mientras inhalamos por la narina izquierda, contando mentalmente 1, 2, 3. Al terminar de inhalar cerramos la narina izquierda con el dedo anular (el dedo meñique permanece junto al dedo anular); liberamos la narina derecha retirando el dedo pulgar y exhalamos todo el aire por la narina derecha contando mentalmente 1, 2, 3. Luego repetimos el mismo proceso empezando por la narina derecha, hasta completar 10 rondas.
En la práctica de la respiración alterna, la duración de la inhalación y la exhalación debe ser igual. Esta técnica de respiración disminuye el estrés y la ansiedad; revitaliza y promueve la oxigenación del cuerpo, la eliminación de toxinas; induce la concentración y claridad de pensamiento.
Yoga Nidra (sueño psíquico)
Esta es una técnica de relajación profunda, en la cual el practicante sigue las instrucciones impartidas por un yogaterapeuta, que va guiando al practicante a través de un recorrido por distintos estados de consciencia, hasta llegar al subconsciente de la mente. De esta forma se logra desconectar los sentidos de los estímulos externos y propiciar un estado de silencio interior.
Durante el Yoga Nidra nos encontramos en un estado semejante al que nos sumergimos durante el sueño profundo, con la diferencia de que durante el Yoga Nidra nos mantenemos plenamente conscientes; no soñamos ni hay una pérdida de la consciencia, como normalmente sucede durante el sueño. En este estado las ondas que emite el cerebro son del tipo Delta, la frecuencia más baja que registra el cerebro. El Yoga Nidra promueve la producción de endorfinas (la hormona de la felicidad) y disminuye el cortisol (la hormona liberada por el cuerpo en situaciones de estrés); permite contrarrestar los efectos del insomnio, la depresión y promueve un estado de balance del sistema nervioso.