¡Yo soy! Suelen decir diversas tradiciones metafísicas y religiosas, entre otras, se trata de la búsqueda eterna "de encontrar" una razón o "verdad" a todo esto que llamamos "la vida y su sentido" el cual se pierde en miles de teorías y razonamientos que no logran concluir acertadamente. ¿De qué se trata todo esto?

Hasta hoy, la denominación "yo soy" ha sido la más manoseada y dada por buena… bueno, eso solo alcanza a un punto en el que "uno" se siente conectado con su pensamiento-mente, la cual suele ser muy engañosa y distraída, además de temerosa ante esos abismos que "a veces" logramos visualizar…

Son tantas las historias que uno ya no sabe ni a quién o en que creer. Nos sostenemos a "lo más cercano" a nuestra forma de pensar o a "esas conclusiones" que hemos llegado en nuestro empeño de alcanzar "la luz" o la verdad ya mencionada que a medida que más cerca de ella parecemos llegar, más escurridiza se torna.

Se me ocurrió "voltear" el asunto y tomar al toro por los cuernos. Ya no intentaré encontrar a "ese" yo soy como se ha intentado durante tantos siglos, sino que buscaré a ese otro, es decir, al "no soy". Si la lógica tiene sentido nos hemos perdido buscando lo equivocado y por ello nunca lo hemos encontrado porque a quien hay que buscar no es al que "tú eres" sino "al que no eres"…

Ya lo sé, no me lo tienen que reprochar. Este latido está dotado de "confusionismos" que trataremos de hilvanar yo y el otro, es decir, el yo soy y el yo no soy. Para que el asunto se vaya aclarando o para que "esta especulación" sea más "masticable" vamos a aclarar quienes son estos dos personajes que nos ocupan…

Yo soy, lo que ves, lo que palpas, quien te habla y toca. Yo no soy, lo que no ves, lo que no puedes tocar ni escuchar. El "yo soy" está compuesto de materia, tu cuerpo físico, tu voz, tus pasiones, ambiciones y egos. El "yo no soy" es lo que realmente eres tú más allá de la materia y todas esas truculencias nefastas que la inquietan.

Yo soy mente, pensamientos, distracciones y un montón de sensaciones combinadas entre gozos y dolor.

Yo no soy es la consciencia oculta que habita en el yo soy. Es quien realmente eres y a lo que volverás cuando las energías del cuerpo se agoten totalmente.

El "yo no soy" es el llamado del "yo soy" al reconocer que solo es una ilusión programada respondiendo a patrones adquiridos al momento y estrella de ser concebido. Una constelación de "conjuros zodiacales" injertados "temporeramente" a la consciencia para que no interfiriera en este misterioso y absurdo e incomprendido juego de la vida.

Pero bueno, no vamos a desviar este latido y continuemos con "ese impostor" llamado "yo soy". Quien realmente eres, bueno, no me lo crean todo, es ese otro a quien estoy mencionando como el "yo no soy". Cuando tú te confirmas en tus oraciones o mantras o pensamientos como "yo no soy" estás reconociendo que sabes que dentro de ti habita tu verdadero ser y le estás diciendo a este otro, o sea al "yo soy" que no es.

¿Complicado? Intentémoslo una vez más. ¡Para llegar a tu verdadero "yo soy" es preciso negarte primero desde tus pensamientos arcaicos, comunes y corrientes porque eres un impostor! Al decir constantemente "yo no soy", lograrás atravesar esa barrera y develarte alcanzando al "yo soy".

Sin embargo, y aquí sí que se vuelve un sancocho este latido, automáticamente tocas al "yo soy" dejas de ser "yo" y te conviertes en "soy" simple y llanamente. Ahora eres aire y maleza y todas las posibilidades nunca imaginadas desde el "yo". Tus límites se han desatado como un huracán sin vientos que penetra hasta los absurdos.

Es allí cuando las preguntas se contestan solas y ni siquiera alcanzan a pronunciarse porque las respuestas están en todas partes. ¿Yo soy o no soy? Ahora mismo quien te escribe "no soy yo" y quien está leyendo, "no eres tú". Cuando alcancemos "tocar" la frontera de los sueños a conciencia, nos daremos cuenta de que tanto tú como yo no existimos separados, sino que somos parte de "la misma cosa" un "soy" abrazándose a sí mismo. ¡Salud! Mínimo Caminero