El domingo 21 de Julio ya es parte de la historia de las elecciones norteamericanas. Primera vez que un Presidente que puede reelegirse se retira habiendo ganado las primarias y a tan pocos días de la convención Demócrata.
Desde el debate del 27 de Junio solo hablamos de la edad de Biden, su capacidad, sus errores, sus confusiones. Y por supuesto con los medios amplificando sus pequeños o grandes errores. Que se confundió en un nombre. Que una frase no la explicó correctamente. Que pidió terminar su agenda a las 8 pm. Y las redes “explotando” con miles de memes mostrándolo confundido en todos lados.
Las encuestas post debate mostraban que el Presidente Biden sufría daños que se comenzaban a ver como irreparables. El dato clave era que perdía los 7 estados considerados clave (Battleground States: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, North Carolina, Pennsylvania y Wisconsin), y para mas gravedad la distancia en varios de ellos se estaba incrementando. Alarmas ante una derrota que comenzaba a verse inminente: mas de 20 congresistas dejaron saber públicamente que creían que Biden no debía ser candidato.
Del lado de Trump todos lo parecía encaminarlo a su retorno a la Casa Blanca: Crecimiento en las encuestas y una Convención Republicana exitosa con ambiente de fiesta y unidad en la que Trump presentó su candidato a VicePresidente, JD Vance, Senador de Ohio, joven, y que por sus orígenes e historia puede hablarle a votantes de los estados clave industrializados especialmente Michigan, Pennsylvania y Wisconsin.
En el escenario del referendo sobre la edad y capacidad de Biden la sensación de inevitabilidad se iba consolidando día a día. Pero después que el Presidente anunció que no buscaría la reelección todo cambia de nuevo. Si la elección ya no es sobre la edad de Biden, vuelve a ser sobre la pertinencia de que Trump vuelva. Y cuidado porque el “Antitrumpismo” también existe aunque estaba callado y avergonzado "hasta hoy”.
Muchas encuestas ya estaban midiendo a Kamala vs Trump. Por ahora los primeros resultados no son concluyentes. Bendixen y Amandi de Julio 2 al 4: Kamala 42 vs Trump 41. YouGov de Julio 13 al 16: Trump 44 vs Harris 39. Finalmente IPSOS de Julio 16: Trump 44 vs Kamala 44. Pero estos datos son medianamente irrelevantes pues Biden era el candidato demócrata.
Lo que si importa es que vuelve la energía al Partido Demócrata. Vuelven las donaciones grandes, medianas y pequeñas. Vuelve la movilización, el Grassroots, los voluntarios, el puerta a puerta, el contacto directo. Vuelve la energía para defender el legado de esta administración. Regresa la sensación de que “si se puede” derrotar a Trump y de que el esfuerzo es necesario y no esta perdido.
Lo que antes parecía un problema ahora luce como una gran oportunidad: Los Demócratas tienen casi un mes para reordenar la Convención Demócrata, presentar su plataforma y nominar al binomio presidencial. Casi un mes para dominar la agenda. Ahora hablaremos menos de Biden, y la conversación va a ser sobre la confirmación de Kamala, sobre los posibles candidatos a VicePresidentes. Y la conversación ahora también va a ser sobre Trump. Se acabó el “pase libre” en el que solo Trump atacaba.
En las primeras horas posteriores a la decisión del Presidente de Biden de no buscar la reelección, la campaña de Trump no se ha quedado dormida y ha comenzado a lanzar diversas piezas de ataque definiendo a la VicePresidenta Harris como una mentirosa compulsiva que es parte del complot que ha ocultado el declive cognitivo del Presidente Biden, y sobre todo como la culpable de la “invasión de inmigrantes ilegales”.
Trump sabe que nada esta ganado. Trump aún esta dentro del margen de error en 5 de los 7 estados clave, 2) podríamos plantear que Trump esta cerca de su “techo” dada su capacidad polarizadora, muchos ciudadanos no votarían por el pase lo que pase, y 3) Hay que evaluar en las próximas encuestas si Kamala tiene mejores probabilidades de conectar con los votantes que se mantienen indecisos e inclusive con algunos que hoy se inclinan a Trump pero sin mucho entusiasmo.
Todo cambió el 21 de Julio. Trump aún se ve favorito, pero ya no parece imposible que pierda.