1.- Ninguna persona nace con mucha o poca vergüenza. La sinvergüencería la asimila el individuo en el medio social en el cual desarrolla su formación general.
2.- En una sociedad humana como la dominicana de esta época, el orden económico genera ideas, y tiene una moral que hace posible la mujer y el hombre liviano, vaporoso, inconstante.
3.- La mercancía dinero, la más apreciada en el sistema capitalista, y la moral maleable, hacen una unión adecuada para la existencia de un ente social apropiado para el comportamiento desvergonzado.
4.- En nuestro país, en el curso de los procesos electorales generales, se hace notoria la figura del tránsfuga, y sobre este caen los calificativos más denigrantes e infamantes.
5.- Esa persona que hace de chaquetera, no es más que una normal desertora que ha procedido acorde con su moralidad, de conformidad con sus principios y normas de vida.
6.- Si el dinero enloquece a los sinvergüenzas, y no es inmoral pasarse de un partido a otro, a cambio de un beneficio, entonces no es censurable ser aprovechado politiquero.
7.- En un medio político y social dominado por una moral de hojalata, aquel que carece de pudor, el caradura, es una figura de primer orden cuando se trata de buscar adeptos descarados.
8.- El país nuestro ha llegado a la etapa ideal de la degradación ética y moral, razón por la cual sobresale el político mangante, el tunante, el deshonrible.
9.- En el país nuestro, no es muy difícil hacerse líder político. Basta con disponer de recursos económicos, porque el objeto a comprar está ahí, abundante, en la parte sucia de la comunidad. No es cosa del otro mundo adquirir votos para el 19 de mayo próximo. Es amplio el mercado para seguir en la adquisición de votantes semovientes.
10.- Nadie debe sorprenderse. Estamos en campaña electoral, que es una especie de feria o fiesta en la cual se pone en venta toda clase de chuchería que no tiene salida comercial en tiempos normales. Lo que poco o nada vale, hasta para caravanear y aplaudir sirve en épocas de votaciones por candidatos y partidos iguales.
11.- Como si nada, así por así. De la manera más socarrona ponen al pueblo a que vote en complicidad del subproducto de la sociedad, con el lumpen. Hay que estar preparado para el 19 de mayo, día de las votaciones, ver juntos a personas buenas, decentes y bondadosas, en unión de grupos siniestros, maliciosos y diabólicos.
12.- Lo que aquí algunos llaman fiesta de la democracia, no es más que un ambiente en el cual sale a flote la hipocresía, el engaño, el dinero, el transfuguismo, la sinuosidad, lo cómico, el sinvergüenza, el insignificante, en fin, lo que está a gusto de quien disfruta un espectáculo político que humilla.
13.- La sociedad dominicana es el lugar del planeta tierra donde a un pueblo pobre lo ponen a sufragar para, supuestamente, arreglarle su situación económica y repararlo moralmente, pero el resultado es, finalmente, que siga echado a perder, estropeado, enteramente dañado.
14.- Una burla más a las necesidades insatisfechas, es poner el destino de la mayoría de un país, dominado por la pobretería, a ser decidido mediante operaciones de negocios de votos, teniendo como autores a personas inescrupulosas.
15.- En esta degradada sociedad, lugar donde están dominicanas y dominicanos, en la cual la gente humilde permanece en barrancas como ratas, en tiempos de votaciones la ponen a hacer bultos como figura principal y víctima de las más perversas maquinaciones politiqueras.