La cultura dominicana se ha visto influida por un imaginario de las mujeres que ha oscilado entre percibirlas como prototipos de la virtud o mirarlas como arquetipos del vicio; la virgen o la puta; la encarnación de la maternidad o la personificación de la seducción; la concretización del cuidado o la corporalización del mal.
No es de extrañar que el arte dominicano haya expresado la tensión entre esas miradas. La filósofa y teatrista Ingrid Luciano se ha centrado en la imagen de la mujer como prostituta en su ensayo «Prostitutas»: Una ventana a la dramaturgia dominicana (1957-2021), publicado por la Editorial Universitaria Bonó.
En la referida obra, Ingrid recoge 21 textos de la dramaturgia dominicana -durante ocho décadas-donde analiza clásicos del teatro dominicano y autores relevantes de la actualidad abordados desde una mirada feminista.
Ingrid parte de uno de los debates mas célebres del feminismo del siglo XX, el problema de si la prostitución es un trabajo donde se ofrece un servicio de carácter sexual y que debe ser regulado como cualquier otro trabajo dentro de una sociedad de mercado; o si por el contrario, el acto de la prostitución implica un proceso de cosificación donde la persona ofertante se ofrece a si misma como un instrumento para el placer de un agente que se encuentra en situación de dominio y, por tanto, debería ser abolido.
Tomando el referido debate como marco teórico, la autora se adentra en la lectura de las dramaturgias seleccionadas, pero no con el propósito de intentar zanjar el debate o establecer unas conclusiones, sino con la finalidad de mostrar el sentido de dichas obras y como presentan las relaciones que se construyen entre sus personajes, el nivel de naturalización de las mismas, así como el tipo de agencia que se les atribuye en el contexto de estas relaciones.
Se trata de crear un espacio para reflexionar sobre las tensiones existentes entre las distintas perspectivas sobre la prostitución, los distintos feminismos, el compromiso artístico, los estudios etnoraciales feministas y la autopercepción femenina.
Así, «Prostitutas» constituye una invitación a adentrarse en los problemas de la mirada sobre la mujer desde las distintas perspectivas que proyecta la dramaturgia dominicana.