También en colaboración con José Ramón López escribió una comedia en prosa y verso con el nombre Dolores.

Escribió una zarzuela en tres actos: Las Feministas, con música del maestro José María Rodríguez Arresón, (nació en Puerto Rico, el 24 de septiembre de 1870, vino a Puerto Plata para dirigir la Banda del Batallón San Felipe de allí y por muchos años fue profesor de música, formando familia en Puerto Plata, posteriormente regresó a Puerto Rico, muriendo el 18 de noviembre de 1947), representada en Puerto Plata por aficionados, en octubre de 1889.

En 1897 fue premiada por el ateneo de Puerto Rico, por su poema Nostalgia.

La Revista Ilustrada premió una de sus narraciones.

La revista Letras y ciencias la galardonan con un premio y reconocimiento por su cuento En tu Glorieta.

Es autora de un diálogo bajo el epígrafe: Santiago y Puerto Plata. Diálogo Alegórico, en 1897 en donde narra la inauguración del Ferrocarril Central Dominicano.

Entre sus versos que deben recordarse están: Para ti, Nostalgia, A Puerto Plata, El Poeta, y otras.

Su producción poética y de prosas está dispersa en periódicos y revistas nacionales y extranjeras, en espera de que se publiquen en libros.

Es la autora del único libro publicado Risas y Lágrimas, publicado en el año 1901, con prólogo del doctor Américo Lugo, siendo el mismo una colección de cuentos sencillos y artículos—crónicas. El prologuista del mismo dice: “Virginia Elena Ortea trazó un nuevo rumbo a la corriente literaria nacional”. El 1 de abril de 1978, se puso en circulación la segunda edición de su libro Risas y Lágrimas, con carta—prólogo del doctor Sebastián Rodríguez Lora, en los Salones del Club del Comercio de Puerto Plata.

El 15 de agosto de 1900 al fundarse el periódico Paginas, que salía quincenalmente, vocero literario y de ciencias, artes, crítica y noticias, ella fue una de sus redactoras.

Virginia Elena Ortea  Mella murió en Puerto Plata, que la acogió como una de sus más distinguidas hijas, el 30 de enero de 1903, su fallecimiento consternó al parnaso nacional y la prensa puertoplateña y nacional se hizo ecos de esta infausta noticia.

Al ocurrir su deceso Pedro Henríquez Ureña escribió sobre ella en la revista Cuna de América y dijo: “Pero Virginia E. Ortea tuvieron el mérito de ser, dígase con perdón de las otras damas, la única que tuvo humor, y en realidad una de las pocas personalidades de nuestra literatura que poseía humor genuino. Porque el humor, que es algo más característico y más intenso que el esprit, es raro entre nosotros”. (Obras Completas, 1899—1909),  Recopilación de Juan Jacobo Lara. Santo Domingo, publicado por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, 1976, Tomo I, página 92).

En 1997 se publicó el libro Obras de Virginia Elena Ortea, notas y estudio preliminar crítico de Catharine Vallejo, una verdadera especialista sobre ésta. Debe de reeditarse dicho.

El crítico José Alcántara Almánzar la incluyó en su Antología Mayor de la literatura dominicana (Siglos XIX—XX), Prosa I, publicada por la fundación Corripio, Inc., Editora Corripio, Santo Domingo, 2001, segunda edición, Colección Prisma No. 3,  página 177.

Su nombre aparece en la gran mayoría de las antologías poéticas y de prosas publicadas en el país.