El mercado de los juegos sigue creciendo, hasta ahora ha superado las películas y la música, combinadas. Es popular en todos los rincones del mundo, con todas las edades y con todos los grupos demográficos. Los jugadores pasan cada vez más tiempo jugando, y cada vez más se trata de una actividad social y comunitaria. Los límites de este crecimiento siguen siendo desconocidos.

Según la firma Tabuga, se prevé que los ingresos totales en el segmento de juegos alcancen los 57,93 millones de dólares estadounidenses en 2022. Se espera que los ingresos totales muestren una tasa de crecimiento anual (CAGR 2022-2026) del 8,17 %, lo que da como resultado un volumen de mercado proyectado de 79,32 millones de USD para 2026.

Esta expansión del mercado en curso tiene enormes implicaciones para las muchas empresas que operan dentro del ecosistema de los juegos, incluidos los desarrolladores, distribuidores, creadores de contenido y plataformas de juegos.

La firma Accenture compartió a principios de este años algunas cifras que sustentan este crecimiento masivo:

  • 2.7 mil millones es el número estimado de jugadores en todo el mundo en 2021.
  • 405 millones es el número de suscriptores en YouTube de los diez principales influenciadores de juegos.
  • $300 mil millones es la estimación del valor directo e indirecto de la industria del juego, mucho más alta que las estimaciones anteriores de la industria.

En términos simples, todas estas cifras suman una sola cosa: oportunidad para aquellas empresas que estén listas para comprometerse. Según la Federación Dominicana de Deporte Electrónico (FDDE), la República Dominicana tiene cerca de cinco millones de jugadores de deportes electrónicos.

Mientras que los juegos representan US$200 mil millones en gasto directo, influye en otros US$100 millones de dólares en toda la economía digital.

¿Qué está impulsando este crecimiento masivo?

La adopción generalizada de teléfonos inteligentes en todo el mundo está trayendo nuevos jugadores al mundo de los juegos. Y los dispositivos móviles seguirán brindando nuevas oportunidades dentro de los juegos que simplemente no existían hace unos años.

Pero en lugar de canibalizar los mercados existentes para consolas y juegos de PC, la industria se ha adaptado enfatizando cada vez más la dimensión social de los juegos. Mientras esto sucede, estamos viendo nuevos niveles de compromiso, con diferentes grupos que recurren a la competencia en línea.

Durante la pandemia, por ejemplo, vimos a algunos de los principales pilotos de carreras del mundo compitiendo en línea y los mejores jugadores de ajedrez adoptaron Discord, una plataforma de comunicaciones. Algunos líderes de la industria han reconocido que los juegos ya no son una industria centrada en el producto. En cambio, se están convirtiendo en empresas orientadas al servicio continuo que dan prioridad a la experiencia del cliente.

Y eso significa que, para desarrollar todo su potencial, la industria del juego debe equilibrar las necesidades de sus nuevos usuarios (y los 400 millones de nuevos jugadores que se esperan en los próximos años) con las expectativas de los leales a los juegos históricos, muchos de los cuales siguen siendo los los clientes más lucrativos de la industria.

Esta es la oportunidad para que los actores nacionales de la economía naranja puedan homologar sus habilidades para conectar con la Estrategia Nacional de Exportación de Servicios Modernos. La República Dominicana debe pasar de ser consumidor a generador de servicios, soluciones y mano de obra para satisfacer al creciente número de jugadores a nivel global.

Por primera vez en la historia de nuestro país, la economía digital y naranja representan un horizonte de futuro para la inversión local.