La experiencia inclusiva en torno a la obra pictórica de Iván Tovar, en la Plaza España de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, es una demostración del poder de la curaduría, la escenificación y la complementariedad de las artes para realzar un producto.
En un esfuerzo que no tiene desperdicios se combinaron la animación virtual, la cinematografía, la curaduría, el recurso a la poesía y la declinación comercial para que todos podamos aprovechar y hacer más nuestras las obras de este fructífero pintor fallecido en las primeras semanas de la pandemia, justo a los ochenta años.
Esta nueva puesta en valor se apoya en esfuerzos anteriores dado que en el año 2014 la Fundación Eugenio Granell, en España, había mostrado una magnífica exhibición antológica acompañada de un excelente libro que documentaba la vida y la obra del maestro macorisano. Varios puntos unían a Eugenio Fernández Granell, nacido en A Coruña, Santiago de Compostela y a Iván Tovar, nacido en San Francisco de Macorís. Ambos eran surrealistas, ambos habían pasado parte de sus vidas fuera de sus países natales, en el caso de Granell, una parte de ellos aquí en República Dominicana, cuando vino como refugiado político junto a otras personas de orientaciones más liberales de las que soportaba el régimen vigente en su tierra de origen.
Y si bien se apoya en los hombros de sus predecesores, esta nueva exhibición contiene muchos elementos nuevos como la animación de las imágenes y la recopilación de opiniones recientes sobre muchos de sus allegados. Con el apoyo de numerosas empresas, dentro de las que se destaca especialmente la contribución del Grupo Rizek que quiso hacer honor a la labor del compueblano de su casa matriz, todos estos elementos confluyen para darle mayor trascendencia a su trabajo.
Lamentablemente, un elemento no deseado se ha sumado en la valorización de la obra. El robo temporal de un dibujo dentro del grupo que continúa pudiendo ser admirados por el público en el Museo de las Casas Reales nos da la ocasión de reflexionar sobre el valor monetario de estas representaciones e, inclusive, le confiere mayor valor comercial al resto de los bocetos en exhibición. La calidad artística sigue siendo la misma que refleja el trabajo tesonero, creativo y apasionado de un hombre dedicado a su vocación, pero el hurto le da connotación de escasez y exacerba los deseos de posesión. Muy probablemente ese no haya sido el propósito inicial de quien lo sustrajo, sin embargo, definitivamente que ha sido uno de sus efectos agregados.
Otro gran acontecimiento de realce cultural tiene lugar en la ciudad de Santo Domingo actualmente. La XXIV edición de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo ha convocado a numerosos conferencistas, editores, comercializadores y distribuidores. Para conferirle verdadero valor agregado a su trabajo y cada una de las manifestaciones allí presentes es importante leerlos calmadamente, disfrutarlos, compararlos y compararlos. A tales efectos, por solo citar un ejemplo, la labor realizada por Jochi Herrera y Minou Tavárez Mirabal en torno al libro “Voces de ella”, de Martha Rivera Garrido fue realmente admirable. Nos toca a los demás ahora lograr valor agregado para nosotros mismos a través de una participación cuidadosa y atenta que responda a nuestros intereses.