Que es lo más grande, único, el mejor. Que hace las cosas mejor que los demás y que "nunca" se equivoca. Nos creemos, que todo esto que somos, es decir, nuestra humanidad, es algo creado por nosotros.
Y así uno se sigue pensando que la nada no existe, porque "existimos" nosotros y nosotros no venimos de la nada sino "de algo", que "lógicamente" hicimos nosotros… Y aunque no sabemos, ni puta idea, de que se trata "ese algo", seguimos viviendo como animalitos.
Uno se piensa que esto nunca terminará y, si lo piensa, no se lo cree, porque uno se piensa que es "imposible" que se vaya a desaparecer, a convertir en calavera, huesos inmóviles que se harán polvo. Eso les pasa a los otros…
Uno se piensa, que es un chiste la vida, que no pueden apagarse estos ojos y esta boca, aunque vea como caen uno a uno los amigos, padres y demás. ¡Uno no se piensa eso! Porque uno es lo único que uno tiene… ¡Y yo existo! Los demás no.
Uno se piensa, que todo este escenario y toda esta gente que ha compartido tu vida, los que se fueron y los que están, desaparecerán para siempre, pero uno no.
Y así, seguimos pensando muchos disparates a los que, aunque no les encontramos sentido, uno reconoce que no sabe nada, ni Chagall, ni Kandinsky, ni Pedro, ni tú, ni nadie.
Sin embargo, seguimos pensando "que pensamos", pero la mayoría de lo que pensamos apenas podemos controlarlo, ya que salen disparados por todas partes los pensamientos, y no logramos ordenarlos uno por uno.
Uno se piensa que piensa, pero se da cuenta de que el que piensa no eres tú, sino "otro", y que ese otro también piensa, pero no piensa como tú, porque sabe que tú eres un impostor, y termina tan perdido como tú…
Antes de que te pierdas "más", en este latido, piensa con calma y concéntrate que apenas empieza la cantinflada. La magia del pensamiento y su paradójica "dicotomía" conviven en "presencia y ausencia".
La dualidad es un aspecto crucial de los pensadores. Ya que lo que "descubren" ayer es muy probable que cambie más adelante, llegando incluso a contradecirse de todo lo pensado antes.
Nada raro en los pensadores humanos; su experiencia "virtual" difiere bastante de la física. Esta los mantiene estresados y ocupados "por resolver" las necesidades materiales constantes, mientras la espiritual es su refugio donde logra aislarse del mundo caníbal.
Luego se percata de que "la nada" sí existe y está llena de pensamientos e intenciones cuánticas, que sostienen todo el universo mental que posees, y que tú eres parte de ella "pensándote que piensas" y ¿qué piensas?
La creación de los pensamientos da origen a la forma transferida a la masa. La energía brota del pensamiento. Es decir, la energía se organiza cuando se piensa y entonces se manifiesta en la forma y demás vainas que te dije.
Cuando "uno se piensa", existe. No hay otra forma de explicarlo más clara: "Pienso, luego existo", dijo René Descartes hace cuchucientos años y tenía "toda la razón". Lo que hay que definir es: ¿Qué es la existencia y si "eso" existe? Eso lo dejaremos para otro latido.
La conclusión es que no hay conclusión. Uno se piensa que sí, pero ¿de dónde brota la energía y "quién" le inserta consciencia? ¡Ahí se las dejo, para que se dejen de pensar tanta M., Salud! Mínimo Pensadero.