1.- En cualquier país, las fuerzas productivas miden la capacidad de producción de la sociedad, y su grado de desarrollo determina el tipo de relaciones económicas.
2.- El conjunto de capacidades físicas e intelectuales que poseen las personas y emplean en la ejecución de sus labores, representan la fuerza de trabajo en cada comunidad.
3.- Como nunca antes, la República Dominicana cuenta hoy con las mujeres y los hombres más preparados en sus respectivas disciplinas y la más amplia y actual información de los hechos que ocurren a nivel nacional e internacional.
4.- Pero sucede que esos grupos humanos, muy completos en lo físico e intelectual, no han puesto sus óptimas características o manera de ser para impulsar aquí la lucha política y social.
5.- Ciudadanas y ciudadanos con plenos conocimientos de los acuciantes problemas de toda índole que lesionan a la gran mayoría de sus connacionales se comportan fríos, apáticos.
6.- Esos sectores que cuentan con delicada formación han demostrado total dejadez, clara indiferencia y la más notoria apatía ante las dificultades que dañan a nuestro pueblo.
7.- Lo que se ha comprobado es que amplios segmentos que lograron tener una instrucción fuera de lo común, casi privilegiada, se han ocupado de lo que es de su interés, no lo que entraña conveniencia para la colectividad, porque en su mente predomina el egoísmo, no la generosidad.
8.- En lugar de sacrificar la propia voluntad para alcanzar la felicidad de su pueblo, ese colectivo dominicano se ocupa de hacer dinero para invertirlo en adornos deslumbrantes.
9.- El consumismo no necesario hace sentir bien a los que aquí se han limitado a satisfacer apetencias desmedidas, mientras sus compatriotas permanecen en condición de famélicos.
10.- Se da el caso de jóvenes que por su alta preparación profesional están integrados al mercado laboral con jugosos sueldos, lo que les permite llevar una vida muy agradable, pero ni por asomo se vinculan con la lucha social y política para que el país cambie y el pueblo tenga una existencia digna.
11.- Lo que se está viendo es que en el medio social dominicano aquellos que viven a las mil maravillas, como pez en el agua, de perlas, consideran que su forma de vida es la misma para todas y todos.
12.- Ese hombre que tiene una vida material a todo dar, adinerada, que todo le sobra, juzga por su condición; estima que el país marcha bien, que mejor de lo que está se daña. Él conceptualiza la generalidad partiendo de su individual bienestar.
13.- Motiva indignación escuchar a determinados grupos humanos del país hablar, según ellos, de lo afortunado que es para el pueblo dominicano tener una democracia tan robusta que ha traído satisfacción para la gente que vive aquí.
14.- Para la minoría nacional y sus aliados, aquellos que aquí comen a veces, no conocen lo que es angustia, desazón y permanecer molesto por necesidades no satisfechas.
15.- Mi país, República Dominicana, ubicado en la región más desigual del planeta tierra, aunque carente de toda lógica, la principal fuerza productiva, la gente, mientras personalmente más progresa, menos lucha por los cambios sociales.
16.- Sorprende que seres humanos llamados a ser portaestandarte, únicos en los combates políticos renovadores, se convierten en frenos de las transformaciones que anuncian el porvenir de felicidad para todo el pueblo.
17.- Aunque la fuerza productiva más importante de la sociedad está constituida por los trabajadores, que son los productores, en el medio dominicano los grupos que trabajan y llegan a progresar económicamente atajan, impiden las batallas sociales porque se adaptan al orden establecido.
18.- Lo que a diario estamos viendo es a individuos que provienen de los estratos sociales más depauperados, y cuando cambia su vida material en el orden económico se comportan contrarios al progreso de la sociedad.
19.- La materialidad dominicana está demostrando que entre nosotros están faltando mujeres y hombres que demuestren firmeza política y social frente al Estado, defendiendo mediante la brega las conquistas democráticas dirigidas al desarrollo y el afianzamiento de la independencia y soberanía nacional.
20.- La politiquería bochinchosa, esa en la que está ausente el debate político de altura y de contenido social liberador, domina el ambiente dominicano y es la que gusta al vividor, al caradura trepador social.