Soy una persona muy afortunada. En el plano musical, he tocado y compartido con un sinnúmero de grandes músicos de diferentes generaciones. En lo laboral, pertenezco a tres instituciones, dos de las cuales ayudaron a mi formación profesional y en la otra tengo más años de mi vida dentro que los que estuve fuera de ella.
El año 2020 asciende al poder el PRM ganando en primera vuelta. El desgaste del partido que se encontraba en el gobierno, sumado al hastío del pueblo por la corrupción, posibilitaron la llegada de este partido, otrora PRD, después de 16 años.
A partir de septiembre, las quejas comenzaron a salir puesto que se pidieron currículum a las personas para poder ocupar puestos. Soy de los que creo que no se debe sacar a ningún técnico especializado por no pertenecer al partido de gobierno, creo en la meritocracia. Pero en muchos casos no fue así, se dejaron las mismas personas ineptas e ineficaces, responsables de muchos de los desastres de algunas de las instituciones que dirigen. O casos en que se premiaron a personas, a pesar de haber fracasado en el pasado, por compromisos políticos.
Lo triste es que en muchas carteras se sigue con las mismas prácticas, políticas y acciones que se asemejan al gobierno anterior y no al cambio que se prometió. Designaciones que han sido por cuñas y/o lazos familiares, no por méritos o preparación académica y la soberbia aplasta la dignidad. Personas que han encontrado la manera de quedarse en los gobiernos, enquistándose en el aparato estatal, y hoy llegan a puestos, sin las competencias ni el conocimiento requerido, apoyándose de personas corruptas, irresponsables e indolentes, condenando al fracaso la institución y a generaciones.
Peor es cuando se recurren a métodos que nos dan a entender de que el fantasma de Trujillo aún ronda por ahí. Acciones que solo desaparecen por la amnesia del ingrato o para personas de otras latitudes que desconocen la sangre derramada y el precio que nos costó deshacernos de ese monstruo y de vivir en libertad.
Presidente Abinader, hoy le pido que investigue y averigüe lo que le estoy planteando aquí, ya que por lo visto los ministerios encargados de verificar y validar no han hecho el trabajo.
Le hago esta petición no como un adepto suyo, porque no lo soy. No como miembro de su partido, porque a la fecha no pertenezco formalmente a ninguna organización política, por ende, no espero ni aspiro a ningún cargo dentro de su gobierno. Solicito esto como un ciudadano que espera se le escuche. Estoy seguro de que esto ni lo ayuda ni lo perjudica en sus aspiraciones, si es que las tiene, de reelegirse, pero se sentirá bien por cumplir con su deber proporcionando la verdad y haciendo justicia.