La gente está muy contenta con la selección. Claudia Sheinbaum Pardo, exjefa de gobierno de la CDMX, para la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Las elecciones presidenciales serán en 2024. Su contrincante de derecha, Xóchitl Gálvez, no tiene posibilidades de ganar la presidencia: tiene demasiadas colas que le pisen. Su única experiencia en la administración pública fue como jefa de la Alcaldía de Miguel Hidalgo en la Ciudad de México, donde su gestión estuvo teñida por la corrupción. Asimismo, la forma como fue escogida por un grupito de hombres corruptos revela su trayectoria: PAN, PRI, PRD, partidos identificados con el neoliberalismo y la corrupción de los últimos 36 años.

Por su parte, Claudia promete seguir tras las huellas de Andrés Manuel López Obrador (Amlo). Ella ha hecho su carrera política junto a él. Aunque Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores, y segundo en las encuestas, también hizo carrera junto a Amlo, su trayectoria el Partido Revolucionario Institucional (PRI) pesa mucho y parece colocarlo más cerca de los neoliberales. Algunos observadores piensan que Ebrard habría representado un retroceso en el proceso de cambio.

Ebrard hizo un pataleo ayer, 6 de septiembre de 2023, y hoy la prensa de derecha le da mucha cancha para que exprese su inconformidad. No se puede negar que hubo problemas en el proceso de selección, pero estos no habrían cambiado los resultados. Todas las encuestas daban Claudia como ganadora. Esto se venía venir.

Las críticas de Marcelo empezaron hace más de un mes cuando denunció, sin pruebas, que se utilizaba recursos públicos para promover a Claudia.

Mucho ha cambiado en México en los últimos cinco años. La gente parece estar consciente de sus derechos y no creo que estén dispuestos a perder lo conseguido hasta aquí. Veamos: 12 millones de adultos mayores con una pensión, 11 millones de niños y niñas pobres con becas, más de un millón de niños y niñas con impedimentos de movilidad con una pensión, subsidios a la gasolina y la electricidad para asegurarse que la inflación no se trague los aumentos salariales.

Más importante aún: asegurar que las personas que no tienen seguro de salud puedan ir a los hospitales públicos sin pagar y que se les regale los medicamentos. Además, si se hospitaliza una persona y tiene que operarse todo lo paga el gobierno. Esta es posible en más de 20 de las 32 entidades federativas. Pero, hay que añadir que no todo es color de rosa. Hay grandes problemas que la gestión de Amlo no ha podido resolver. Han desaparecido, producto de la delincuencia organizada, más de 40 mil personas, la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, Guerrero en septiembre de 2014, aún no se resuelve, el problema de la migración de trasiego sigue pendiente.

Hay muchos asuntos para la próxima gestión y nuevos desafíos como la guerra judicial que se lleva a cabo desde la Suprema Corte de Justicia y la campaña electoral en Estados Unidos, la cual puede convertirse en verdadero dolor de cabeza para México.

Los republicanos quieren utilizar el tema del narcotráfico y la migración para atacar el país. Sin embargo, lo más importante es que una mujer, por primera vez en la historia del país, muy probablemente, regirá los destinos de la nación. Esto no es poca cosa en un país donde el patriarcado se ha mantenido inconmovible. Estamos en tiempos de cambios y, no cabe duda, que esto será beneficioso para los mexicanos y mexicanas.