Debemos empezar diciendo que la oposición política del país se divide en dos: la que ha pasado por el gobierno y está preocupada, porque no ha hallado cómo explicarnos a nosotros, los ciudadanos, los miles de millones sustraídos de los fondos públicos del Estado dominicano y de su propio pueblo. Por otra parte, tenemos la oposición formada por gente honorable que ha marchado junto a las multitudes por las calles del país defendiendo los más sanos intereses de la nación.
Vamos a referirnos a la primera oposición. La que salió del poder y no encontraba cómo articularse y ahora está empezando a hacerlo; aunque lo hace de una forma sutil y a escondidas, es decir, los viejos líderes de las organizaciones no dan la cara, porque les temen a los ojos del pueblo y a la propia justicia, sino que montan acciones mediáticas con sus propios hijos, que son sus herederos políticos y también de su inmensa fortuna.
Muchos de estos jóvenes fueron, además, becados con privilegios para estudiar en universidades extranjeras y no se puede negar que tienen una sólida formación profesional y un cierto nivel de imagen pública.
La falta de estrategia política correcta para detener la ofensiva de los desalojados del poder, ha permitido cierto avance ofensivo de la oposición. De haber ocurrido lo contrario, su poder mediático hubiese sido menos significativo y su estampida habría sido mayor. En lenguaje popular se dice que "los dejaron respirar". De haberse creado y aplicado, con inteligencia, pasos tácticos correctos, dicha oposición hoy estaría evidentemente aislada. Las estrategias y tácticas no había que buscarlas en Harvard.
Nadie niega que la sociedad dominicana se ha transformado a nivel de la conciencia cívica y eso se evidenció en las elecciones pasadas, pero lo que está por verse, ahora que ya se inicia la campaña, es cómo impactará en las próximas elecciones esa inmensa cantidad de dinero sustraído del Estado y que posee una gran parte de la oposición. En estas circunstancias, las organizaciones políticas progresistas y la sociedad civil -nuevamente- podrán jugar un papel determinante en el torneo electoral que se celebrará en el país.