En 2019 Sanna Marin se convirtió en la finlandesa más joven en asumir el cargo de primera ministra de su país. Recientemente ha estado en la palestra en ocasión de un video en varias de cuyas escenas se ve a la primera ministra bailando activa y animadamente (de forma sugerente, dirían algunos) en lo que parece ser una fiesta privada. Una de las escenas recoge a la primera ministra en brazos de un joven que aparentemente besa su cuello. En una de las conversaciones de un video se oyó una voz que decía “esto te hace sentir muy bien” [this gives you a great feeling].
A raíz del video la oposición política requirió a la primera ministra someterse a una prueba antidrogas. La primera ministra alegó que solo tomó alcohol, que no tiene conocimiento sobre la presencia de drogas ilegales en alguna de las fiestas a las que ha asistido y que no tenía nada que esconder. Marin consideró que, por su propia salvaguardia legal y para despejar posibles sospechas, lo más prudente era someterse a la prueba antidrogas. Así lo hizo y salió negativa.
No obstante, las críticas a Marin hicieron competencia al congreso del Partido Socialdemócrata Finlandés, en el cual la primera ministra había intervenido días antes de la fiesta. Además, se gestaron conjeturas sobre la posibilidad de que los rusos hayan hackeado el móvil de la primera ministra (en ocasión de la solicitud de Finlandia de ingreso a la OTAN) y hayan filtrado alguno de los videos (que no fue grabado por Marin).
En diciembre de 2021 Marin fue severamente criticada por haberse ido de fiesta hasta altas horas de la madrugada y haber dejado su teléfono oficial, en el cual recibió una notificación de que había estado expuesta al COVID-19. Se disculpó públicamente por no haberse sometido a cuarentena. A los dos anteriores se suma un nuevo episodio en los que se ha revelado una fotografía, tomada en la residencia oficial de los jefes de gobierno de Finlandia, en la que dos mujeres se besan al tiempo que se levantan sus blusas y cubren sus senos con un letrero de Finlandia. Las mujeres habían sido invitadas por la primera ministra. Marin expresó que la foto no es apropiada y que la foto no debió haber sido tomada. Se volvió a disculpar públicamente.
Las críticas a Marin no tienen que ver con edades. No tienen que ver con sexo. Recientemente tuvimos el ejemplo de Boris Johnson, el político de más incidencia en Reino Unido durante la última década, quien renunció por un cúmulo de temas de naturaleza parecida a los que ahora atacan a Sanna Marin (entre ellos una serie de fiestas celebradas en la Oficina del Primer Ministro de Reino Unido). Finlandia, por ejemplo, enfrenta alzas históricas en los precios de la energía eléctrica. La vara con la que en la actualidad se mide a los políticos es alta. Muchos políticos no han entendido a cabalidad las delicadezas de gobernar en tiempos de crisis. En tiempos en los que la privacidad es tan difícil, las sensibilidades son tan diversas y la empatía tan necesaria.