El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es una condición del neurodesarrollo que se caracteriza por una alteración en la interacción y en la comunicación social, con conductas restrictivas y repetitivas. Entre las causas se encuentra la carga genética, factores ambientales que afectan el neurodesarrollo entre otros. No hay evidencia científica de una única causa.
Además, entre las pocas intervenciones probadas con efectividad y que son fiables a partir de distintas investigaciones se encuentran las intervenciones conductuales, estas poseen la mayor evidencia a su favor (Wong y otros, 2015; Virués-Ortega, 2010). Teniendo en cuenta que estas intervenciones son efectivas para obtener comportamientos o conductas más ajustados al contexto (sociedad), pero NO CURA EL AUTISMO, pues es una condición del neurodesarrollo. Igualmente, no se descartan los beneficios que puedan sumar intervenciones complementarias llevada a cabo mientras se realiza el tratamiento correcto.
De este modo, un cambio de dieta, con un especialista puede ayudar una persona con TEA (Trastorno del Espectro del Autismo) al igual que a una persona sin TEA. A su vez, existen estudios sobre tratamientos dietarios donde si afirman que un cambio de dieta podría curar el autismo o que esta podría ser la causa del TEA. Sin embargo en el 2017, Sathe realizo una revisión sistemática de 19 estudios disponibles sobre tratamientos dietarios en TEA y llego a la conclusión de que la evidencia es muy escasa en apoyo de este tipo de tratamiento.
Por otra parte, la caseína (presente en lácteos) y el gluten (presente en granos) no pueden ser digeridas por completo, produciendo sustancias llamadas péptidos que pueden actuar como opiáceos. En otras palabras, los opioides causados por el gluten y la caseína se elimina a través de la orina y se ha sugerido que una parte de ellos podría atravesar el cerebro causando interferencias e interrupción en el funcionamiento del cerebro. Por consiguiente, la eliminación del gluten como de la caseina, podría ser una buena opción que pudiera disminuir hiperactividad, problemas conductuales, mejora la calidad del sueño, aumentar la atención y ayudar en el desarrollo del cerebro y el funcionamiento cognitivo de todos los niños(as) independientemente de que tengan autismo o no. Teniendo en cuenta que la literatura y los expertos en el área aclaran que NO es un tratamiento para prescribir a todo el mundo, solo para ciertos casos en los cuales haya sensibilidad al gluten o a la caseína (Marí-Bauset y col., 2014).
En resumen, decir que el autismo puede ser curado con un cambio de dieta es totalmente erróneo y no posee ninguna evidencia científica, pues las experiencias personales no cuentan como evidencia, por falta de control de variables, sesgos etc.
A continuación, te pasaré una lista de tips que pueden servir para todos los niños(as).
Recomendaciones para la alimentación de un niño(a) con Autismo y sin Autismo:
- Establecer horarios y rutinas para comer (mismo lugar, misma hora…).
- Prevenir o evitar que tenga comida disponible durante todo el dia. Pues podría disminuir el apetito o las ganas de comer nuevos alimentos.
- Sentarlo en una silla donde tenga estabilidad, cómoda y elevada pero que no le cuelguen o balanceen los pies. Esto reducirá distracciones y aumentará la concentración.
- Establecer un tiempo para comer, entre 15 y 30 minutos. Generalmente los/las niños(as) comen la mayor cantidad de comida en los primeros 30 minutos. Luego de terminar, retirar comida y cambiar de actividad.
- Evitar distracciones, televisiones, ipads, juegos etc.
- Invite a su hijo(a) a cocinar o participar en la preparación de las comidas, aunque no coma el plato final que tenga la oportunidad de explorar.
- Servir como modelos durante la hora de comida, practicar hábitos alimenticios saludables para todos. Mama, papa, comen frutas o alimentos que queremos que pruebe.
- Evitar dar instrucciones, ¨maría come ¨ ,¨maría tienes que comer más vegetales¨, ¨maría si te comes el tomate te doy un helado¨ etc.
- Reforzar conductas positivas, cuando pruebe o se acerque a la boca alguna comida nueva, puede ser un abrazo, un beso, ¨muy bien María¨…
- Ignorar las conductas no deseadas, evitar ¨maría no juegues con la comida¨ ¨maría no tires la comida¨ etc…
- Ofrecer de a tres alimentos, dos alimentos que le gusten y uno que no le guste. Ponerle poco del que no le guste y de no tolerarlo en el plato ponerlo fuera del mismo hasta que lo acepte/tolere.
“El autismo es lo que me hace a ser quien soy. No puedes curarme el autismo. Está entrelazado en la manera en la que percibo el mundo”- Tina J. Richardson.
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