La provincia Pedernales, esa que convierten en próximo destino turístico, en la llanura y las montañas, por irrigación o secano, es buena cultivadora de productos agropecuarios, y tiene potencial para multiplicarse mucho más si las tareas no fueran un dolor de cabeza a causa de la intermitencia de acompañamiento gubernamental y la inhumana intermediación comercial.

Este pueblo del extremo sudoeste, fronterizo con Haití, ha pasado el medio siglo produciendo buen café en las secciones Aguas Negras, Mencía, La Altagracia y Los Arroyos; cultiva aguacates, macadamia orgánica, plátanos, guineos, hortalizas, mangos, habichuelas, gandules, limones, naranjas, auyamas, yuca. En la pecuaria, chivos y ovejos. Antes produjo arroz, maní, caña, sorgo y hasta pita.

Pese los avatares, el tesón de los hombres de la tierra se ha impuesto. Se aferran a su campo ante la tentación de irse a sobrevivir como venduteros o motoconchistas a las periferias hostiles de las grandes ciudades.

La respuesta gubernamental, sin embargo, no se ha correspondido con tal muestra de valentía.

El Gobierno ha dicho que se acabará la incertidumbre con la demanda prevista de los hoteles del complejo turístico (12,000 habitaciones) que construye en Cabo Rojo, a 23 kilómetros del centro del municipio.

En verdad, sería menos pesarosa la carga al abrir la posibilidad de vender directamente para consumo de los turistas y, tal vez, de lograr precios menos irrisorios.

Pero no basta. Hay que buscar otras fórmulas que despierten la motivación de los productores.

Nada más frustrante que perder la producción por falta de venta, o tener que ceder ante un especulador para vender la libra de auyama a uno y dos pesos para que la revenda a 35 pesos. O una naranja agria a un peso para que el comprador la comercialice a 25. O que toneladas de mangos de un proyecto se pudran o haya que regalarlos porque no se le ha dado seguimiento hasta colocarlos en el mercado nacional o internacional.

Una solución para los abusos contra los productores es la instalación de una agroindustria en el municipio cabecera.

Así, las empresas hoteleras y el mismo mercado nacional recibirían los productos procesados con denominación de origen. Ejemplos: Jugo de Mango Pedernales, Conserva de Mango Pedernales, Helado de Macadamia Pedernales, Jugo de Limón Pedernales, Vegetales Pedernales…

Se crearía una cooperativa de productores para administrar la planta instalada, diligenciar recursos, asesoría, tecnología y capacitación.

El Gobierno, además, debe facilitar condiciones para la vida en el campo. Para comenzar: viviendas, servicios de agua, luz, comunicación, salud, educación, entretenimiento, carreteras y caminos interparcelarios.

Son soluciones de fondo baratas y cónsonas con el turismo sostenible y desarrollo integral que, según las autoridades, se ejecutará en Pedernales.

Fuera de ahí, se caería en operativos con tinte de mala política y discursos altisonantes en boca de funcionarios que ahondan el problema, vacían los campos agrícolas de gente con tesón, alargan los cinturones de miseria de las metrópolis e incrementan los riesgos de delincuencia y aumentan el consumo de drogas prohibidas.

Dejamos la idea para el presidente Luis Abinader, quien hablará este miércoles 16 de agosto desde Cabo Rojo, Pedernales, para describir logros y avances de su gestión y confirmar su repostulación. Quizá la acoja.