Al margen de toda una herencia que se arrastró con la cultura española tras la conquista de España a Quisqueya, cabe señalar que la cimiente de nuestros vaivenes políticos y sociales que forman nuestra cultural política y electoral, entre otros factores, tiene sus raíces en los propios tratados de instalación de la parte africana, hoy haitiana, (Rysswick en 1697 con el cual España aceptó la división de la Isla y se crean las dos colonias, y  además, Aranjuez de 1777, Basilea, 1795, etc).

Desde ese instante, con la instalación de los esclavos, más adelante, país de Haití,  mismo que se apropió de la parte occidental de la isla con su revolución de independencia en 1804 bajo el credo de Toussaint Louverture, -y teniendo como gobernador vitalicio a Jean-Jacques Dessalines-, lo cual para nosotros, marcó una consecuencia de formación política ya que nos desarrollamos como nación  siendo la caperucita roja dentro de esa constante lucha escenificada entre Francia y España, por el control hegemónico de dos espacios.

De todo lo cual, sin lugar a dudas la parte dominicana heredó un comportamiento beligerante y de constante actuación a la defensiva que se le arrastra  como consencuencia de los acosos permanentes e incursiones que los haitianos realizaron en procura de asumir la llamada parte española que había sido abandonada y/o un poco cedida por España a Francia, lo cual generó-y aún persiste en la psiquis política de Haití, que esta parte, también le pertenece-, de todo lo cual, además de darse la invasión de Boyer, desde la óptica cultural y hasta política, dio posteriormente la independencia nacional, que se desprende de la interiorización de un pensamiento político, social y económico, de la parte española-, cristalizado por la alta vocación patriótica de zafarse de la invasión de Boyer-1822-1844-, principalmente de los jóvenes sedientos de ocupar sus espacios en la sociedad y en el poder.

A partir de este hecho, el panorama político degeneró en una lucha de clases,- tabaqueros y hateros,- etc, y por lo tanto,  un agudo y profundo antagonismo político que tuvo sus raíces en los enfoques de proteccionismos que cada bando tenía para sustentar la llamada separación de Haití, lo cual nunca se quiso ver como una independencia-a excepción de los trinitarios, repito, porque hacia lo interno de dichos sectores, lo que se entendía procedente, era la anexión a una cualquier potencia, menos al país de Haití. No obstante, como la dirección del Estado se nutre de realidad y contradicciones sociales y políticas, me permito hacer el recorrido siguiente como fundamento de los posibles hechos acondicionantes de nuestra cultura política y electoral, veamos:

1844-1861

Caracterizado por la existencia de sectores con intereses políticos contrapuestos Trinitarios, Hateros y Tabaqueros. (Juan Bosch, La lucha por la Independencia) Nacional). Cabe destacar como primera dificulta para sostener la Independencia la situación financiera del recién proclamado país con escasamente con una hacienda pública (6, 000,00), cuestión que no alcanzaba ni para pagar la nómina del gobierno. En principio una gran inestabilidad de gobernanza, por ejemplo, la primera Junta Gubernativa: 1-3-1844/16/7/1844, Tomás Bobadilla, y luego viene Francisco del Rosario Sánchez con un 1 mes y 3 días. 9-6 al 12-7-1944, generándose entonces, de parte de los sectores conservadores un  asalto ideológico a la independencia, por el cual se entroniza Santana en el poder. Pero eso no es todo,  este al asaltar la Asamblea Constituyente  se impone y monto un gobierno de exterminio de los trinitarios, sumado al hecho de la gran lucha por el poder, cuestión que generó la gran confrontación política que aun hasta en nuestros días repercute lo cual se conoce en la historia como la  confrontación de Buenaventura Báez y Pedro Santana (Primero pro Francés y 2do. Madre Patria, pero además se generó un choque  económico-cultural, y sobre todo, un  Haití amenazante.

1849

Del 16 de julio al 14 de agosto, bajo la férula del control supremo de Santana, ya bajo el mando de Manuel Jiménez asume el control supremo y se genera el hecho de reorganización de dicha junta, y se agregan dos Santanitas, pero sale Sánchez. Pero entonces se ciernen nuevas invasiones al país. Además, el Congreso Nacional llamó al general Pedro Santana a que se hiciera cargo de la situación, cuestión que lo hace renacer, quien da un golpe de Estado contra el gobierno. En este ciclo, se toman empréstitos, y no estaban claras las finanzas, lo cual trajo, en ese primer ciclo de Santana, grandes acusaciones de robos contra el general, seguidas de otras confrontaciones,. En 1849 Buenaventuras Báez, asume el poder, y más luego,  Manuel de Regla Mota, el primero de junio de 1856, quien era un aliado incondicional de Santana, quedando de fondo, entre Báez y Santana una  confrontación a muerte que incluso, sirvió de acicate para la anexión a España.

1863

Y como decimos más arriba, el propio Manuel de Reglas Mota, -furibundo Santanita-, Izó con sus propias manos el pabellón Español, a los que su hija llamada Encarnación Mota Carmona, protestó públicamente en un acto suicida, pretendiendo provocar una insurrección.  El estado moral de la hora califico de locura tal manifestación. Las generaciones siguientes han honrado su memoria con el título de, ¨La Heroína Banileja¨. (Ventura, Juan, 2017, acento.com, citando a Rufino Martínez)

Santiago Rodríguez, José Cabrera y Benito Monción, proclaman la 2da. Republica en fecha 16 de agosto de 1963, lo cual generó la retirada de los Española tras culminar la guerra de Restauración el 25 de marzo de 1865.

 1901-1913,

Espacio de tiempo que representó el tránsito de la intervención norteamericana del 1916-1922, asunto que se inició con las presidencias de Teodoro Roosevelt (1901-1909) y Howard Talf (1909-1913), y que por ¨motivos¨ de  grandes empréstitos Estados Unidos, asume el control de la administración de Las aduanas. Posteriormente, a según iban cambiando los intereses, Woodrow Wilson lo sucede a este último. Mientras tanto, por acuerdo de las fuerzas políticas del momento, en República Dominicana, luego del llamado acuerdo Hughes-Peynado-, se instala en el poder a José Bordas Valdez (Gobierno provisional en 1913), pero, sin embargo, la clase dirigencial quedó muy dividida por asunto del control del Ferrocarril de Puerto Plata (RD$) (Horacio Vásquez) José Bordas Valdez, adjudicó el Ferrocarril a Agustín Malagón (Desiderio Arias) generando que Horacio Vásquez, activara que el gobernador de Puerto Planta, Jesús Ma. Céspedes, se declarara presidente de esa demarcación.

Ante este hecho, explota la revolución del Ferrocarril, acción a la que USA, le  advierte a Horacio Vásquez que no apoyaba esas perniciosas pretensiones y lo conminaba que abandonara es aventura porque si no tendría consecuencias. Dando paso a la formación del circulo de los aliados compuesto por Desiderio Arias y Bordas Valdez, y posteriormente se pactan elecciones de diputados para el 15 de diciembre del 1913. Y en el 1923 se forma la Junta Central Electoral al mando de Alejandro Woss y Gil, la cual no pudo montar las elecciones sin traumas. Se registraron grandes protestas por los resultados. Incluso, Horario Vásquez asumió que fue electo por seis años y más, forzó a capa y espada para montar la reelección.

1930-1966…2021

Ocupa un periodo especial de nuestra historia política. En este se acrecienta mayormente el fraude electoral. Hasta en los siete procesos de la dictadura de Trujillo se registra en la historia como instrumento de la perpetuidad del jefe en el poder. Y posteriormente ni hablar. Luego con el ascenso al poder del Dr. Joaquín Balaguer la cultura política fue de paternalismo, caudillismo y corrupción. Desde ese tiempo se tenía la creencia en que la Junta Central no estaba realizando su papel de árbitro. En consecuencia, aunque hubo un tácita tolerancia, el conglomerado social siempre creyó que Balaguer se quedaba en el poder a fuerza de trampa o fraudes electorales. Incluso, el comportamiento electoral se inscribió en el llamado voto racional que trata del voto por conveniencia o por patrocinio individual que el electorado siempre mantuvo a favor de la figura del Dr. Balaguer.

En ese sentido, en 1996, con la desaparición de los caudillos, en especial, Juan Bosch y Balaguer, quienes acusaban un gran clivaje político y personal; quienes partiendo del enfoque racista en la conducta política dominicana, le cierran el paso al Dr. José Francisco Peña Gómez. Entonces,  a partir de ese proceso que se abre la cultura política del coqueteo de los partidos minoritarios con los candidatos o los partidos que evidencian mayores posibilidades de triunfo. Pero, además, se desarrolló la más amplia cultura política paternalista y proteccionista dirigida a los electores a cambio de enquistarse en el poder o que le sirviera de un arsenal de votos cautivos por la gratitud social.  Finalmente, cabe decir que a lo largo de la historia política que va desde la propia los convenios de acuerdos entre Francia y España, la intervención norteamericana y todos los acontecimientos ocurridos  hasta nuestros días, se desarrolló el síndrome del abandono a los principios, el centralismo democrático, y en especial, la cultura de dar el voto por conveniencias, y no por ideologías o convicciones políticas, y en cambio se instala en la dirección de las organizaciones políticas un liderazgo hasta cierto punto mercantil y con visión de gerencia de partidos políticos, todo en razón de que la cultura del comportamiento político electoral dio un giro hacia el voto racional que es el que asumen los electores por conveniencias personales y mejores implementaciones de política social, en el sentido que las personas solo les interesas, gobierne quien gobierne que sus intereses queden representados, y por lo tanto, suba quien suba y caiga quien caiga sus intereses van primero.

Es decir, la participación política se ha visto capturada por los intereses particulares de cada elector y cada partido. Por lo tanto, hoy día poco le importa tanto a los partidos políticos y a los ciudadanos que se monte en el poder cualquier organización o persona por el simple hecho de cumplir con el morbo político que descansa en la consigna, ¡e´pa´fuera que van!, y ya poco importan los programas, las plataformas, las ideologías o los propios niveles compromisos de los candidatos las organizaciones políticas con el desarrollo y progreso colectivo de la mayoría y la nación. ¡Nadie sabe hacia dónde nos llevará la distorsión de la democracia en el derrotero que llevamos!