1.-  Rolando Forastieri  fervoroso italo-dominicano

No es la primera vez que el maestro Rolando Forastieri Sanabia, nacido en Santo Domingo el 6 de abril de 1944, en la primavera del Primer Centenario de la Independencia Nacional, un hijo de italiano que volvió a la patria paternal desde julio de 1979 a realizar el Doctorado en Ciencias Políticas con especialidad en Estudios Históricos en la Universidad de Roma y otras especialidades en Madrid, Milano, Neochátel y Siena. Profesor en diversas instituciones nacionales, como en las UNPHU, PUCSD y UASD sobre sus especialidades; promocionador de la cultura italiana y griega en el país: fundador y miembro de instituciones como el Instituto Cultural Dominico-Italiano, la Casa de Italia y el Museo de Grecia e Italia en la calle Rosa Duarte No. 5 de Gascue; autor de diversos textos y conferencias. Caballero y Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana, etc. etc. En su último libro Edición conmemorativa Italiana, Editorial Búho diciembre 2021, que nos dedica junto a familiares y otras personalidades, en el cual desarrolla los siguientes temas: Leonardo da Vinci, el polímata o genio polifacético del Renacimiento; Rafael, el divino Pintor; Dante el Padre de la lengua y la literatura italiana; Los mil seiscientos años de Venecia (421-2021), y La cocina italiana y su influencia en la vida de los dominicanos.

Rolando Forastieri celebra sus 78 años

2.-Tres genios italianos y una ciudad fabulosa

Pocas veces podemos encontrar en un libro de solo 68 páginas, con ilustraciones a todo color, en formato 8 y medio por once, con letras muy legibles, primorosamente editado, tantas informaciones de dos artistas plásticos renacentistas y de  un increíble escritor de todos los tiempos, con tanta claridad  y elegancia. Ahora, precisamente en estos tiempos que las nuevas generaciones le tienen terror a los  textos extensos no ilustrados. Y no solo eso, sino un paseo por una ciudad emblemática como Venecia,  y de ñapa, noticias culinarias de unos platos gourmets y otras delicias.

  1. A) En cuanto a Leonardo (1452-1519), así, sin apellidos, basta su nombre para maravillarnos con solo la introducción de su Conferencia realmente Magistral (y lo decimos por ese horrible lugar común, que le ha quitado importancia al término), son estas frases que lo resumen todo:

«Iniciaremos esta conferencia con las palabras del gran orfebre y escultor florentino Benvenuto Cellini, que opinó sobre Leonardo da Vinci lo siguiente: ‘Es el hombre más grande que según mi parecer, haya producido el género humano’». Que lo dice todo.

Luego pasa a ofrecernos el resumen de una vida tan tumultuosa y rica en detalles, con tanta precisión y suficiencia como pocas veces hemos leído, ¡y pertenecemos a una generación fervorosa de los clásicos universales, en especial de los griegos, los romanos y los renacentistas!

  1. B) Respecto a Rafaello Sanzio (1483-1520) uno de esos elegidos por los dioses, que con razón llama Divino, no solo por ser un ejemplar humano de una hermosura deslumbrante, sino por esas manos prodigiosas creadoras de bellezas eternas como esa Fornarina De él también nos da noticias que solo un especialista podría resumir mejor, detallando sus diversas etapas con profusión de datos.
  2. C) Hablando de Il Dante Alighieri (1265-1321), Il Sommo Poeta, como el “Padre de la lengua y literatura italiana” nos deleita ya en el territorio puramente literario.

No solo ese monumento histórico, religioso y poético, que es en sí la Divina Comedia (1304-1321),  que arrastra la imagen del gran amor de los amores, que es la Beatricce Portinari (1265-1290), magnificada en la Vita Nouva, desde 1295, que sería luego la inspiración de Francesco Petrarca (1304-1374) para continuar los grandes amores platónicos con Laure de Noves (1310-1348) que le inspirase El Canzonieri o Rima in morte de Madonna Laure, de 1359, aunque publicado en 1470 precisamente en Venecia, al punto de que tanto Beatriz como Laura, nunca tocadas por estos poetas, sean ya una pareja clásica de los grandes amores poéticos de todos los tiempos.

Este pasaje literario debe ser leído y releído con detenimiento por la cantidad de datos y referencias que don Rolando nos aporta.

Portada del libro.

3.- Visión poética de Venecia

Tanto hemos soñado los literatos con Beatriz o con Laura, como con Venecia, una ciudad que enamora a quien la visita y a quien la imagina. Él aprovechó los 1,600 años de fundada para hacer un capítulo luminoso tomando datos y actualizando los de su libro Tres momentos estelares de la Historia de Italia, Búho, 2012, informándonos detalles, no solo de la historia de la ciudad marítima italiana sino de sus grandes personalidades, que los fervorosos de la pintura o de la música con los solos nombres de los miembros de la Escuela de Pintura, y de grandes músicos como Antonio Vivaldi (1678-1741), no necesita pasar debajo del Puente de los Suspiros para ir en una góndola ideal soñando despierto.

  1. La cocina italiana entre los dominicanos

Nadie en este país parece agradecerle a los malos tiempos y a las guerras para recibir familias de europeos, de árabes y de orientales. Cuando se habla de comida dominicana tenemos una mezcla tan grande de influencias, curiosamente menores que de países vecinos, que más que la española tenga liderazgo la Italiana. Hay platos típicos hispanos que nunca han “pegado” en los comedores criollos como la paella, las fabadas o  el mismo cocido madrileño, y en cambio, los  de Italia son incontables

A nuestro pueblito de Pimentel llegaron boricuas, italianos y árabes. La influencia de sus comidas era a través de las domésticas criollas. Así fue en el resto del país  antes de que en las ciudades hubiera restaurantes especializados.

Nuestro autor le dedica amplio espacio a los orígenes de la italiana y sus deudas con otros países, incluyendo la hispanoamericana, empezando por el tomate, la papa, el maíz, el cacao. Luego pasa a extenderse en la influencia en la dominicana.

Esa rica lasaña que ilumina esta página final, es una muestra junto a las demás pastas y algunos otros platos, como las pizzas, gracias a las mezclas familiares con criollos, que luego fueron el asentamiento mayor de los sabores peninsulares, al extremo de que por ejemplo, mi difunta esposa, cuya madre era hija de unos calabreses, con una tía que aprendió de la abuela María Cino de Bruno, que les  enseñó a los descendientes  los sazones familiares y las formas de hacer platos, además de las espaguetadas.

En fin, ojalá los interesados en las artes, la literatura, la geografía y los platos italianos, se detuvieran leyendo este volumen que comentamos, porque hay muchas maneras de ser gourmets en la cultura y en la vida doméstica, como es nuestro autor.

Felicitamos sinceramente al maestro Rolando Forastieri Sanabia, por este libro sabroso y por sus aportes al conocimiento de la tierra italiana que le corre por las venas.

Una rica lasagna