Ahora que esta más de 40 puntos por debajo en las encuestas, al expresidente Leonel Fernández se le ha ocurrido solicitar al presidente Abinader un nuevo debate, sin límite de tiempo, según el para demostrar que las estadísticas presentadas por Abinader están alteradas. Pero resulta que esas son las mismas estadísticas que el uso durante sus 12 años como presidente para resaltar el crecimiento del país.

Resulta que todos estos años de crecimiento provienen de la única verdadera reforma fiscal que ha hecho el país, en 1991, cuando se eliminaron impuestos y se modificaron los precios de los combustibles, el azúcar y la tasa de cambio del dólar.

Es más, al primer cuatrienio de Fernández se le reconoce haber reducido la deuda externa, sin embargo, ello no fue producto de haber pagado parte de esta, sino de haber cambiado la metodología de cálculo de la deuda, pero esto para él no es un rebote estadístico.

Considero un nuevo debate innecesario, pues Fernández, desesperado por su posición disminuida en las encuestas busca afanosamente un golpe de efecto que le permita aumentar sus niveles de aceptación, algo que viene en caída libre desde noviembre cuando marcaba algo más de un 27% hasta el 20.5% que marca en la última encuesta del Centro Económico del Cibao.

Además, de darse un nuevo debate no solo incluiría los temas que desee tratar Fernández, sino que debería incluir temas que a la sociedad nos interesa, como por ejemplo porque dejó impune toda la corrupción de sus gobiernos, como resolvió y cuánto costó el saldo de los pagarés de la Sunland, que monto de la corrupción de Odebrecht correspondió a sus gobiernos, el fiasco de la presa de Pinalito y a mí en particular me interesaría saber cómo llegó tan lejos en 2006, al punto de violar varias leyes, para detener un proyecto privado para invertir en la producción de etanol solo con el fin de que el proyecto lo construyera su entonces canciller, constituyendo esto un delito de colusión de funcionarios y tráfico de influencias entre el presidente y el canciller.

Pero nada de esto lo sabremos pues ese debate no se dará, en vista de que su candidatura va en picada mientras la del presidente va en ascenso, y usando una frase suya de 2008, el debate no va porque águila no caza mosca.