Como se sabe, el pensamiento crítico ha sido vital para desarrollar las naciones que hoy han alcanzado su desarrollo pleno en materia educativa, salud, transporte y la protección de sus ciudadanos.
Según los datos históricos, los griegos hicieron aportes extraordinarios con la invención de las matemáticas abstractas, basadas en una estructura lógica de definiciones, axiomas y demostraciones que sirvieron de base para impulsar los avances científicos en el siglo VI a.C. con los aportes de Euclides, Tales de Mileto, Pitágoras de Samos, entre otros.
Por su parte, Pitágoras, fue un filósofo y matemático griego, considerado el primer matemático puro, quien contribuyó con los avances de la matemática helénica, la geometría y la aritmética, aplicados a la teoría de pesos y medidas y, a la astronomía.
En tal sentido, la Antigua Grecia fue una de las culturas más impresionantes que existieron en el Mundo. Sus obras filosóficas, arquitectónicas y artísticas, fueron claves para que se construyera las bases de la cultura occidental que hoy conocemos.
Según se conoce, las ciencias puras y aplicadas predicen reacciones químicas, biológicas y físicas, cuyos resultados se utilizan para responder a las interrogantes que tenemos los seres humanos sobre las cosas complejas y/o desconocidas.
De su lado, tanto las ciencias puras como las aplicadas, utilizan sus hallazgos para impulsar los sectores agroproductivos, agroindustriales y tecnológicos para agregar valor a los procesos a través de métodos creativos e innovadores conocidos universalmente.
Por su parte, la comunidad científica internacional sabe que, Japón, Francia, Inglaterra, Alemania, Bélgica, China, la India, los USA y Canadá, entre otros países desarrollados, dedican entre el 8% y el 24% de su Producto Bruto Interno (PIB) para apoyar una Educación de Calidad, priorizando la enseñanza de las matemáticas, las ciencias puras y aplicadas, así como el pensamiento crítico desde temprana edad.
En el caso de nuestro país, el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), evalúa los conocimientos y las habilidades de los estudiantes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias. Como tales, las pruebas exploran la capacidad analística de los estudiantes para resolver problemas complejos, pensar críticamente y comunicarse de manera efectiva.
Según los datos recopilados por nosotros previo a estructurar este artículo, la República Dominicana participó por primera vez en el Programa PISA en el año 2015; mientras que, PISA del año 2018 incluyó una evaluación sobre la educación financiera que reciben los jóvenes, cuya evaluación era opcional para los países y las economías en vías de desarrollo como el nuestro.
Como se sabe, la prueba PISA ofrece un panorama de los contenidos de los sistemas educativos de los países miembros de OECD, al indagar si la docencia impartida a los estudiantes de 15 años les ayuda a enfrentar los desafíos de la vida con éxito y, al mismo tiempo, actuar con seguridad en su quehacer personal, familiar y colectivo a partir de los 18 años de edad.
No obstante, la encuesta PISA del año 2022 se centró en las matemáticas, la lectura, la ciencia y el pensamiento creativo como áreas menores de evaluación. En tal sentido, los datos consultados por nosotros indican que, el 5 de diciembre de 2023, se publicaron los resultados que obtuvieron los estudiantes en matemáticas, lectura y ciencias; mientras que, en febrero del 2024, se publicaron los resultados de pensamiento creativo y educación financiera.
Por lo que hemos visto en el cuerpo de este artículo, las nuevas autoridades que asumirán la conducción del Estado Dominicano a partir del próximo 16 de agosto están llamadas a discutir, consensuar y aprobar un nuevo currículo escolar, cuyos contenidos fortalezcan la enseñanza de las matemáticas, las ciencias puras y el pensamiento crítico.
De su lado, los diputados y los senadores de la República Dominicana deben incluir en su agenda legislativa, la revisión de la Ley General de Educación No 66-97 que le asigna el 4% del PIB para apoyar la educación y, recomendar una mayor inversión por parte del Ministerio de Educación la enseñanza de las matemáticas y las ciencias puras y aplicadas.
Como se sabe, nuestro país es productor de cacao, café, banano, sábila, mangos, aguacates, piñas, la guayabas, entre otras, cuyas materias primas deberían ser transformadas en productos agroindustriales y exportados al mercado regional e internacional, generando el país las divisas necesarias para importar petróleo y otros rubros claves que no se producen a nivel local.
Según se sabe, para crear nuevos productos con materias primas local, estandarizarlos y comercializarlos en el exterior, se requieren recursos humanos capacitados, conocimientos sobre las ciencias puras y aplicadas, análisis económicos rigurosos, búsqueda de los nuevos mercados y, la logística requerida para colocar dichos productos en el mercado regional e internacional.
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar al mundo” (Nelson Mandela).