El beisbol es sin duda el deporte rey en nuestro pais. Lo es tambien en Estados Unidos, nuestro principal mercado emisor de turistas. Tal coincidencia exige examinar la pertinencia de contar aquí con un estadio de clase mundial que pueda acoger partidos de Grandes Ligas. La inversion publica requerida tendría más sentido que la de obsoletos “roadshows” y de otras francachelas promocionales.
El tema viene tratándose desde que Leonel Fernandez era presidente. Su propia afición por el deporte indujo algunas propuestas de agentes privados que fueron eventualmente descartadas por carecer de los recursos de inversion. Los proyectos vislumbrados han tenido al Estadio Quisqueya Juan Marichal como epicentro. Este fue diseñado por una firma americana y se inauguró en el 1955 a un costo de RD$3.500.000. Actualmente “alberga a unas 14,469 personas tras su remodelación y lo gestiona la Liga de Béisbol Profesional.
En marzo del 2023 el presidente Abinader reveló que se estaba gestando un proyecto de alianza público-privada para construir un nuevo estadio en el mismo sitio donde se encuentra el Quisqueya. Luego en noviembre el presidente de la Liga anunció la construcción del moderno estadio. Alegó que se “trata de un acuerdo con la MLB” para construir un nuevo estadio en el terreno del actual Juan Marichal con capacidad para 40,000 espectadores. MLB supuestamente aportará junto a LIDOM la mitad de los recursos y el gobierno aportaría la otra mitad.”
Un reciente partido de pretemporada entre los Boston Red Sox y los Tampa Rays ha puesto otra vez el asunto en la picota pública. Figuras tales como David Ortiz y Pedro Martinez pidieron la ejecución del proyecto y otras prominentes voces ligadas al deporte han señalado que Venezuela, Panamá y Colombia ya tienen ese tipo de instalaciones, aun cuando no tienen tantos peloteros en Grandes Ligas. El estadio requerido no solo permitiría la celebración de juegos de la MLB en el pais, sino que también podría acoger la Serie del Caribe y el Clásico Mundial.
“El proyecto parece que va levantando alas, de acuerdo con recientes declaraciones del presidente de los Leones del Escogigo, el empresario Miguel Bonetti Du-breil. Se descarta que pueda concretarse antes de las elecciones, pero el proyecto está en el escritorio del mandatario.” Otras fuentes alegan que será “una obra de desarrollo de toda la zona, que incluirá centro comercial, hoteles y hasta torres residenciales, parecido a los famosos “distritos deportivos” que se construyen en Estados Unidos. La parte privada debe gestionar los fondos vía financiamientos bancarios y el Estado pondrá a disposición los terrenos.”
Por los reportes de prensa citados parece haber hasta ahora alguna confusión LIDOM anunció que el Estado aportaría la mitad de la inversión, mientras el presidente del Escogido espera que solo sean los terrenos. De cualquier modo, algunos analistas habían estimado que la inversión sería de entre US$40 y US$50 millones, pero ese estimado se quedaría corto si se adicionan las demás obras mencionadas. Lo que parece cierto es que no se está contemplando otra ubicación, como había sido sugerido en ocasiones previas.
Aunque el Estado solo aporte una parte de lo que cueste la remodelación del Quisqueya, hay razones para pensar que el Estado debe apoyar el proyecto. Si es una alianza público-privada se presume que los terrenos a ser aportados serán tasados y su valor constituiría el aporte accionario del Estado. Si además de eso se requiere una inversión de fondos estatales ahí está el proyecto HOMS de Santiago como precursor justificado. Y hasta podría esperarse que los insignes peloteros nuestros puedan participar como accionistas.
Hay razones poderosas endosar el apoyo estatal. No es solo porque tener ocasionales juegos de Grandes Ligas en el territorio nacional complacería inmensamente a la fanaticada nacional. Tampoco importaría mucho el estrechamiento de nuestras relaciones con la diáspora en EE. UU. El mayor valor para el pais por derivarse del proyecto seria la publicidad que los partidos de Grandes Ligas recibirían en nuestro principal mercado emisor de turistas. Si bien los más de 104 peloteros criollos (2023) que allá juegan proyectan subliminalmente nuestra imagen de destino turístico, los partidos agitarían poderosamente los ecos del nombre del pais y de su imagen.
A la publicidad del mercado estadounidense debe añadirse la que se deriva de las transmisiones internacionales. “En la campaña del 2023, MLB contó con 142 socios internacionales para transmitir sus juegos, además de videos de jugadas destacadas en 207 países y en un total de 16 idiomas en general.” Si bien nuestra imagen seria desplegada en solo un pequeño número de juegos, el valor de esa la publicidad compensaría adecuadamente lo que el Estado invierta.
De la sociedad con MLB, si es que esta intervendrá como socio en el proyecto, deben mas adelante derivarse muchos otros beneficios. Hay que buscar formulas para que los peloteros nuestros se constituyan en un patronato que propicie el desarrollo de esa vinculación. Buscaremos tambien intercambios beisbolísticos con paises como Japón y Dubai. Tengamos primero el estadio necesario para estrechar nuestras relaciones con MLB y la publicidad turística surgirá a borbotones.