Es correcto decir que la vocación de investigar e innovar antropológicamente es consustancial con la naturaleza humana; aun así, por miles de años predominó la idea que las explicaciones de los fenómenos y  hechos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento en su mayor esplendor estaban vedados a los mortales o eran atributos sólo de las divinidades.

A partir del momento- hará ya unos 500 años- cuando el ser humano hizo conciencia plena  de su extraordinaria capacidad de explicar los hechos y fenómenos o de su extraordinaria facultad para hacer las cosas de forma diferente y mejor, se ha acelerado de tal manera el progreso que es muy difícil hasta imaginar hasta dónde llegará. Se resume hoy en dos conceptos: Ciencia y Tecnología, con sus expresiones dinámicas de Investigación e Innovación.

Lo dicho ya explica bastante lo que ha de significar  para la Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD- colocar la Investigación y la Innovación como parte esencial de su propia vida,  de su permanente accionar, de forma tal que ocupen un lugar cimero en la institución y en el país.

De ahí que un Plan Maestro UASD 2022-2042 ha de incluir con la mayor relevancia posible el desarrollo de la Investigación e Innovación al mismo nivel de importancia incluso que la Docencia.

No solo se trata de incorporar investigaciones e investigadores sino de hacer de la Investigación lo mismo que de la Innovación  actividades fundamentales desde los mismos inicios de la formación profesional.

Son muchos los estudios sobre las universidades de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico-OCDE-, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-UNESCO-. del Banco Mundial, del BID  o de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura-OEI-; todos han demostrado lo que ya habían puesto en escena Alvin Toffler, Peter Drucker y Daniel Bell en cuanto a que “ la nueva educación debe enseñar al individuo cómo clasificar y reclasificar la información, cómo cambiar las categorías en caso necesario, cómo pasar de lo concreto a lo abstracto y viceversa, cómo considerar los problemas desde un nuevo punto de vista: cómo enseñarse a sí mismo. El analfabeto del mañana no será el individuo que no sabe leer, sino el que no ha aprendido la manera de aprender”. O  que “el uso intensivo de la fuerza habría de ser reemplazado- como acontece ya-  por es el uso intensivo del conocimiento”.

Convertir a la UASD en una universidad de vanguardia pasa por darle a la investigación y a la innovación su verdadero y gran sitial.