Siguiendo con su predilección por la promoción turística en el exterior, el MITUR celebró en Miami hace poco un costoso evento para promocionar el turismo de lujo. Para ello movilizó el apoyo de los tres bancos nacionales con las mayores carteras de crédito al sector. La retrospectiva valoración de ese evento dependerá de un análisis de su efectividad. Algunos de sus rasgos ponen en duda su éxito.

El posicionamiento de nuestro destino en el mercado turístico internacional no es precisamente el del segmento del lujo. Hace mucho tiempo que somos un destino de masas, particularmente distinguido por sus bajos precios y el modelo de negocio del todo incluido. La aspiración de atraer hoteles y viajeros de lujo hace tiempo que se consideró ilusoria en vista de que éramos, según un prominente empresario turístico, “un pais de tres estrellas”, sugiriendo que las características del producto turístico no eran propicias. Sin embargo, ahora las condiciones son diferentes porque somos el destino líder del Caribe.

Al examinar las tendencias del mercado de lujo, los analistas identifican las condiciones de un destino que serían claves para atraerlo. “En general, el sector turístico es muy sensible a las cuestiones geopolíticas, y los viajeros suelen evitar los destinos que tienen incluso una imagen ligeramente dañada en torno a su estabilidad. La situación general de seguridad interna y la estabilidad política de una nación dictan directamente su estatus como destino turístico. Preocupaciones como las protestas en curso, las huelgas políticas y los conflictos plantean desafíos clave para la participación de los visitantes y el desarrollo turístico, especialmente cuando se trata de brindar experiencias de lujo.”

Con respecto al nuestro principal mercado emisor (Norteamérica), responsable del casi 68% de las llegadas de turistas por vía aérea, ese analista dice: “La industria del turismo de lujo en América del Norte tuvo una valoración de más de USD 2 mil millones en 2022, y está programada para experimentar un fuerte crecimiento debido al creciente poder adquisitivo de los baby boomers y los millennials.”

Otro analista reporta que “la industria está siendo impulsada por el creciente gasto de viajeros de élite que quieren explorar nuevos destinos y tener experiencias inolvidables. La evolución de la industria se ha visto respaldada por la creciente popularidad de los micro-viajes y la expansión del sector turístico en todo el mundo. Los viajeros de lujo pagan por el arte, la cultura, los restaurantes, los guías, los eventos deportivos y otras comodidades. Los viajeros buscan itinerarios flexibles que combinen relajación y entretenimiento para crear sus propias experiencias únicas. Un gran número de turistas, especialmente los viajeros adinerados, están aprovechando la creciente popularidad de los cruceros, los yates y los barcos pequeños.”

Por su parte, el Caribe tiene fama por no ser una región barata, tal vez por su proximidad al mayor mercado del mundo (EEUU). Las evaluaciones de los destinos son siempre subjetivas y controversiales, pero entre los destinos caribeños que tienen una reputación legendaria como destinos de lujo se ha reportado a St. Barts, Mustique, las Islas Turcas & Caicos, Granada, las Islas Caimán, Bahamas y Anguila. Es en esas islas donde se encuentran las marcas hoteleras de alto lujo (St. Regis, Hyatt, Rosewood, Four Seasons, Aman, Ritz-Carlton) donde hay que pagar las tarifas más altas. La famosa y reputada revista Conde Nast Traveller no incluye ningun hotel nuestro en su listado de los mejores hoteles del Caribe. En contraste, los destinos más baratos (“affordable” en inglés) se reportan como Jamaica, Puerto Rico y República Dominicana.

Sin embargo, una evaluacion de la Guia de Viajes Forbes 2024 identifica nueve hoteles de lujo en nuestro pais. “Amarena en Rio San Juan (único hotel seis estrellas en el pais), Casa de Campo en la Romana, Cayo Levantado Resort, Eden Roc Cap Cana, Punta Cana; JW Marriott Santo Domingo, Live Aqua Beach Resort Punta Cana, Tortuga Bay Puntacana Resort & Club; TRS en Punta Cana y TRS Turquesa Hotel en Punta Cana.” Dicha Guia debió incluir tambien a los hoteles St. Regis, Casas del XVI, Hyatt Zilara Cap Cana y Península en Las Terrenas. Las tarifas de estos hoteles oscilan entre los US$400 y los US$2,000 diarios, dependiendo de la fecha, lo cual confirma que hay lujo en nuestra industria turística.

Ahora bien, la pregunta surge de si procede que la promoción del lujo hacia los hoteles mencionados deba hacerla el MITUR. Si bien es cierto que el turismo de lujo es deseable porque diversifica la oferta del destino y, por ende, nos hace más competitivo, tambien es cierto que esos hoteles deben asumir la responsabilidad de atraer su propia clientela. Al MITUR y a nuestros bancos solo debe interesarle atraer inversores extranjeros que quieran invertir aquí en proyectos de turismo de lujo.

Según un reporte de prensa: “Entre los asistentes se encontraban más de 45 CEOs, más de 40 presidentes y tomadores de decisiones de importantes empresas.” ¿Eran esos “tomadores de decisiones” potenciales inversores? Habida cuenta de que los grandes inversores se asisten de rigurosos análisis de mercado antes de decidir una inversion habría que dudar que eventos como el celebrado pueda realmente inducir inversiones. Fuera del “networking” con otros ejecutivos, resulta impredecible lo que pueda ayudar este tipo de evento respecto a inversiones de lujo en hoteles y otros atractivos turísticos de gran envergadura. Pero la prensa reseñó unas declaraciones de un ejecutivo de la cadena Four Seasons, quien además presentó una placa de reconocimiento al ministro Collado. Según ese CEO el pais ya tiene las condiciones para atraer el turismo de lujo.

Dos aspectos del referido evento tampoco coligan con el supremo interés en los inversores. El primero fue que el MITUR aprovecho la ocasión para otorgar reconocimientos a una pléyade de empresarios turísticos por sus aportes al desarrollo aquí del turismo. El segundo destacó la presencia de agencias de viajes y turoperadores cuando es a las cadenas hoteleras a quienes les compete agasajarlos. (“Otras marcas que asistieron al lanzamiento fueron Affluent Traveler, Travelwise, Bonvido, Forbes, Travel + Leisure, Revista TIME, CNN.”)

De cualquier modo, se justifica que el MITUR aspire a atraer nuevos segmentos del mercado turístico tales como el deportivo, el religioso, el de salud, el de MICE y el de lujo. En pos de esos turistas se justifica un gasto marginal en promoción internacional y hasta roadshows en el exterior para operadores de esos segmentos exclusivamente. Pero siempre debe recordarse que son los hoteleros y los turoperadores los responsables de atraer y movilizar a los turistas; ya la época de que el Estado se encargue de la promoción internacional pasó.

Tenemos actualmente las condiciones de paz social y estabilidad económica como para ser un destino que atraiga a turistas de lujo. Con el tiempo se verán mas hoteles y proyectos que califiquen para ese segmento del mercado. Pero los esfuerzos promocionales del MITUR deben ser mejor calibrados para que puedan acelerar esa deseada transición. Los hoteleros deberán asistir a los eventos internacionales del turismo de lujo y hacer su propia promoción. Y al MITUR le compete mejorar nuestro producto turístico para consolidar las condiciones –reseñadas mas arriba– que este segmento del mercado exige.