Donald Trump toma el juramento como presidente de Estados Unidos de América el 20.1.2025

Donald Trump es de nuevo presidente de Estados Unidos y promete “el inicio de una edad de oro”. Declaró el propósito de recuperar el Canal de Panamá del control de China, anexar a Canadá como otro estado de la Unión Americana y convencer a Dinamarca la cesión de Groenlandia. Para la visualización de la ceremonia bajo techo dentro del Congreso (en vez de las escalinatas, por el clima gélido), ver el enlace siguiente: https://www.youtube.com/watch?v=fKkQj_9zkbc

A continuación, reproducimos su discurso íntegro como lo publicó El País, de Madrid, España:

“Muchas gracias. Muchas gracias a todos. Bueno, muchas, muchas gracias. Vicepresidente [J. D.] Vance, speaker [Mike] Johnson, senador [John] Thune, presidente del Tribunal Supremo [John] Roberts, jueces de los Estados Unidos, Tribunal Supremo, presidente [Bill] Clinton, presidente [George W.] Bush, presidente [Barack] Obama, presidente [Joe] Biden, vicepresidenta [Kamala] Harris y mis conciudadanos, la edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo. A partir de hoy, nuestro país florecerá y volverá a ser respetado en todo el mundo. Seremos la envidia de todas las naciones, y no permitiremos que se sigan aprovechando de nosotros durante todos, y cada uno de los días de la Administración Trump, sencillamente pondré a Estados Unidos primero.

Nuestra soberanía será restablecida. Se restablecerá nuestra seguridad. Se reequilibrará la balanza de la justicia. Se pondrá fin al armamentismo despiadado, violento e injusto del Departamento de Justicia y de nuestro Gobierno. Nuestra máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre. Estados Unidos pronto será más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca. Vuelvo a la Presidencia con la confianza y el optimismo de que nos encontramos en el inicio de una nueva y emocionante era de éxito nacional. Una marea de cambio está barriendo el país. Estados Unidos tiene la oportunidad de aprovechar esta oportunidad como nunca antes, pero primero debemos ser honestos sobre los retos a los que nos enfrentamos. Aunque son abundantes, serán aniquilados por este gran impulso que el mundo está presenciando ahora en Estados Unidos de América.

Mientras nos reunimos hoy, nuestro Gobierno se enfrenta a una crisis de confianza. Durante muchos años, un establishment radical y corrupto ha extraído poder y riqueza de nuestros ciudadanos mientras los pilares de nuestra sociedad yacían rotos y aparentemente incompletos. Ahora tenemos un Gobierno que no puede gestionar ni siquiera una simple crisis en casa, mientras que al mismo tiempo tropieza con un catálogo continuo de acontecimientos catastróficos en el extranjero. No protege a nuestros magníficos ciudadanos estadounidenses respetuosos de la ley, pero proporciona santuario y protección a peligrosos delincuentes, muchos de ellos procedentes de prisiones e instituciones psiquiátricas que han entrado ilegalmente en nuestro país desde todo el mundo. Tenemos un Gobierno que ha dado financiación ilimitada a la defensa de las fronteras extranjeras pero se niega a defender a los votantes estadounidenses o, lo que es más importante, a su propio pueblo. Nuestro país ya no puede prestar servicios básicos en tiempos de emergencia, como ha demostrado recientemente el maravilloso pueblo de Carolina del Norte, que tan mal ha tratado. Y otros Estados todavía están sufriendo las consecuencias de un huracán que tuvo lugar hace muchos meses o, más recientemente, Los Ángeles, donde estábamos viendo cómo el fuego seguía ardiendo trágicamente desde hace semanas sin ni siquiera una señal de defensa. Está arrasando casas y comunidades, afectando incluso a algunas de las personas más ricas y poderosas de nuestro país, algunas de las cuales están sentadas aquí ahora mismo. Ya no tienen casa. Es interesante, pero no podemos dejar que esto ocurra. Todo el mundo es incapaz de hacer nada al respecto. Eso va a cambiar. Tenemos un sistema de sanidad pública que no cumple en tiempos de catástrofe. Sin embargo, se gasta más dinero en él que en cualquier otro país del mundo, y tenemos un sistema educativo que enseña a nuestros hijos a avergonzarse de sí mismos y, en muchos casos, a odiar a nuestro país, a pesar del amor que tan desesperadamente intentamos proporcionarles. Todo esto cambiará a partir de hoy, y cambiará muy rápidamente.

Mi reciente elección es un mandato para revertir completa y totalmente una horrible traición, y todas estas muchas traiciones que han tenido lugar, y para devolver al pueblo su fe, su riqueza, su democracia y de hecho su libertad, a partir de este momento, el declive de América ha terminado. Las libertades y el glorioso destino de nuestra nación ya no serán negados, y restauraremos inmediatamente la integridad, la competencia y la lealtad del Gobierno de Estados Unidos. En los últimos ocho años, he sido puesto a prueba y desafiado más que ningún otro presidente en nuestros 250 años de historia, y he aprendido mucho por el camino. El viaje para recuperar nuestra república no ha sido fácil, eso puedo decírselo. Quienes desean detener nuestra causa han intentado arrebatarme la libertad y, de hecho, arrebatarme la vida. Hace solo unos meses, en un hermoso campo de Pensilvania, la bala de un asesino me atravesó la oreja, pero sentí entonces y creo, aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Dios me salvó para hacer a Estados Unidos grande de nuevo.

Muchas gracias. Muchas gracias. Por eso, cada día bajo nuestra Administración de patriotas estadounidenses, trabajaremos para hacer frente a cada crisis con dignidad, poder y fuerza. Nos moveremos con determinación y rapidez para devolver la esperanza, la prosperidad, la seguridad y la paz a los ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos. Para los ciudadanos estadounidenses, el 20 de enero de 2025 es el Día de la Liberación.

Tengo la esperanza de que nuestras recientes elecciones presidenciales sean recordadas como las elecciones más importantes y trascendentales de la historia de nuestro país, ya que, como demostró nuestra victoria, toda la nación se está unificando rápidamente detrás de nuestro programa, con un aumento espectacular del apoyo de prácticamente todos los elementos de nuestra sociedad: jóvenes y mayores, hombres y mujeres, afroamericanos, hispanoamericanos, asiáticoamericanos, urbanos, suburbanos, rurales. Y, lo que es muy importante, ganamos con contundencia en las urnas de los siete Estados indecisos, y el voto popular fue ganado por millones de personas.

A las comunidades negras e hispanas, quiero darles las gracias por la tremenda efusión de amor y confianza que me han demostrado con su voto. Hemos batido récords, y no lo olvidaré. He escuchado sus voces en la campaña, y estoy deseando trabajar con ustedes en los próximos años. Hoy es el Día de Martin Luther King y en su honor, será un gran honor, pero en su honor, nos esforzaremos juntos para hacer su sueño realidad. Haremos que su sueño se haga realidad. Gracias, gracias.

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¿Qué podemos esperar de Trump? Todo, en la medida que asumirá la agenda libertaria del libre mercado, pero para beneficio exclusivo estadounidense, y nada, porque la otra cara del discurso es nominar como el nuevo “adversario” de la «neo-Guerra Fría del siglo XXI» a China Popular.

Para los vecinos del sur del Río Bravo será una guerra no-convencional entre la migración irregular y el narcotráfico ilegal, que podrá alcanzar niveles y ferocidad inéditos. Es decir, que podrán deteriorarse o realinearse con los EE.UU. aquellos países latinoamericanos en el desamparo geopolítico.