El autor mexicano Jesús Adolfo Becerril Valencia, en su libro “Juan Bosch| Una Vida por la Democracia| Una biografía política|”, valora como un hecho extraordinario y trascendente para el devenir de la Republica Dominicana, lo constituye el ingreso de Rafael Leónidas Trujillo Molina a la Guardia Nacional Dominicana, el 18 de diciembre de 1918.
Aunque no lo expresa de manera taxativa, para el citado autor el ingreso de Trujillo a la Guardia Nacional Dominicana, es un hecho de tanta trascendencia histórica en la vida social, económica y política del país, que “marcó drásticamente el cambio de rumbo para insertarlo profundamente en la vida nacional dominicana…
“Trujillo contaba entonces 27 años de edad, tenía cinco pies y siete pulgadas de estatura, con un peso de 127 libras”, y fue ingresado con el grado de oficial que, sin embargo, no fue gratuito, ya que para obtenerlo influyó su trabajo previo como guardia campestre en el Ingenio Boca Chica”.
Brian J. Bosch, quien fuera agregado militar de Estados Unidos en la Republica Dominicana, entre el 1971 y el 1973, en su libro “Balaguer y los Militares Dominicanos”, nos recuerda que esa Guardia Nacional Dominicana fue “organizada, armada y dirigida por los norteamericanos como producto de la invasión de 1916 a 1924”.
Y que uno de esos hombres que ingresaron “lo fue el anterior ladronzuelo y capataz de campo de caña, Rafael Leonadas Trujillo Molina. El futuro generalísimo tenía aproximadamente seis de educación formal, cuando fue enrolado como cadete en Haina, sus colegas eran de la misma calaña”.
A personeros “de la misma calaña” del “ladronzuelo y capataz de campo de caña, Rafael Leonadas Trujillo Molina”, hubo que recurrir “cuando los infantes de la Marina iniciaron el proceso de reclutamiento para su programa de oficiales…
“Pronto descubrieron que los hijos de las familias prominentes no se asociarían con proyectos auspiciados por la ocupación…en consecuencia, sólo se reclutaron para cadetes a dominicanos de esa educación”, vale decir, del nivel y conducta del potencial déspota.
“La Infantería le proporcionó al estamento militar una estructura superficial, mientras que el Generalísimo entretejió elementos de la práctica política tradicional hispano-caribeñas y de su propio estilo de gobernar”, que, al momento de su muerte, de acuerdo al historiador Euclides Gutiérrez Félix, “era el hombre más rico de la República Dominicana…solamente por debajo de la familia Vicini, que era para esa entonces la décima familia más rica de Hispanoamérica”.
A partir de lo establecido por el profesor Juan Bosch, en su libro “La Guerra de la Restauración”, y que refuerza su posición al citar el libro “Memoria de la parte Española de la Isla de Santo Domingo”, de la autoría del brigadier Antonio Peláez Campomanes, se puede inferir, que el ejército interventor de Estados Unidos, desde que puso su bota en suelo patrio entendió que había que insuflar formación de clase en la Guardia Nacional Dominicana, para que la alta oficialidad pueda convertirse en hombres que se sientan parte del estado burgués.