Antes de transcurrir 24 horas de la tregua política anunciada por Luis Abinader, el presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), se destapa con el triste comunicado en la que llama la atención de la ciudadanía sobre un “supuesto” plan de la oposición de presentarles como iguales en materia política.
Sencillamente no salgo de mi asombro ante el irrespeto de publicar este comunicado; es bastante obvio de que no hay igualdad y mucho menos comparación en materia política, pues en lo que respecta a la oposición gravitan amplios logros en materia institucional, modernización del Estado, desarrollo de obras de infraestructura de impacto nacional e internacional, así como la proyección del país en importantes foros internacionales, es decir, pesa un importante legado de obras y proyectos que impulsaron el país a su entrada al siglo XXI, logros que no exhibe la actual gestión de gobierno.
La denuncia sobre, el supuesto plan estratégico de la oposición, para desmeritar o desacreditar la actual gestión de gobierno, no solo demuestra una actitud desesperada por mantener ante la opinión pública una imagen que sus mismos funcionarios, sus colaboradores y el propio presidente se han encargado de debilitar, con constantes señalamientos y denuncias que no se originan exclusivamente desde la oposición, sino de la prensa libre y de sectores de la opinión pública nacional, pues son constantes las denuncias realizadas por medios y plataformas noticiosas, que en nada tienen que ver con un macabro plan de descrédito gestado desde la oposición, más bien son el resultado de actos y situaciones que se generan desde el mismo gobierno, nada más.
¿Quiere decir que ahora corresponden a un plan de descrédito todas las denuncias y situaciones de las que se hace eco la prensa libre dominicana y los ciudadanos que han expuesto de una forma u otra estas situaciones?
Muy desacertada la forma de querer manipular la opinión pública, cuando se han publicado decenas de denuncias con pruebas y documentaciones que amparan las mismas; más sensato hubiese sido dar respuesta a las constantes denuncias que se realizan, dando explicaciones a este pueblo y acciones correctivas que dice el gobierno realiza de forma transparente, o mejor aún, haber hecho los sometimientos que corresponde, con la intención de que se sometan al debido régimen de consecuencias.
Es evidente que el actual presidente de la República no está completamente informado de la realidad en las calles y pueblos del país y que trata de mantener las apariencias tras una burbuja de fantasía, financiada con más de ocho mil millones de pesos que bien se pudieron invertir en obras de infraestructuras que motoricen el desarrollo y descongestionen el tránsito en las ciudades. Prefieren hablar de confabulaciones y planes que no son más que teorías conspirativas sin fundamento.
Ahora bien, es importante señalar que el comunicado resalta la transparencia, los controles administrativos y la realización de auditorías, sin embargo, poco se conoce de las consecuencias de los resultados de dichas auditorías, la transparencia resulta cuestionable cuando existen constantes señalamientos de violaciones a la Ley de Compras y Contrataciones del Estado, y los controles parecen ser totalmente discrecionales cuando se realizan renegociaciones de contratos, sin la debida socialización con el congreso y otros sectores de la vida pública nacional.
En síntesis, la reciente publicación realizada por el partido oficialista está completamente divorciada de la realidad, el tratar de hacer opinión pública desinformando de esta manera y minimizando los constantes señalamientos que se realizan desde la sociedad por procesos que riñen con las buenas prácticas, solo muestran una evidente desesperación por el crecimiento del apoyo a la candidatura del presidente Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo y por el conocimiento de que las referidas encuestas no reflejan la realidad nacional.