El Triduo Pascual es el período de tiempo que va del Jueves Santo al Domingo de Pascua y en él se recuerdan en una serie de ceremonias cuya extensión hacen pensar en las misas ortodoxas. El Jueves Santo se recuerda la Última Cena con su lavado de pies y  la visita a siete iglesias en una suerte de motivación a la reflexión acerca de la estadía de Jesús en el tabernáculo la noche en que fue apresado. Es por esto que en la zona colonial de la ciudad de Santo Domingo se adornan capillas y espacios dentro de las iglesias para que los interesados vayan acercándose de manera sensorial al mensaje de Jesús. Esto es lo que muchas personas denominan la “visita a los monumentos” del Jueves Santo.

El Viernes Santo está dedicado a la pasión y muerte de Jesucristo, a veces acompañado de Vía Crucis que puede hacerse de manera tan sencilla como un recorrido por el edificio donde se celebra la misa o con un paseo por los alrededores y hasta incluir la representación por parte de la feligresía de los hechos salientes del evangelio con respeto al juicio, encarcelamiento, crucifixión y retiro del cuerpo de la cruz. La prédica en torno a las siete palabras de Jesús en la cruz suele ocupar un lugar central y, en República Dominicana, es una ocasión para la Iglesia católica marcar sus posiciones con respecto al orden social. Esta atención a la oración y prédica durante el Viernes Santo es muy característica de América Latina.

El Sábado Santo en la noche suele tener lugar la Vigilia Pascual. En Roma esta ceremonia es de gran solemnidad, como se evidencia en cualquier reproducción sobre esta actividad en Radio Vaticana, con profusión de velas y sentimiento de recogimiento.

El Domingo de Resurrección incluye la celebración de la misa de Pascua, una de las más vistosas por sus flores y sus cantos, y la célebre bendición Urbi et Orbi, que significa que incluye los parabienes para toda la humanidad, ofrecida por el papa desde el balcón central de la basílica de San Pedro. (El otro momento en el año en que se hace esta bendición es en Navidad, pero como las condiciones climáticas en Roma son más agradables en primavera que en invierno, la del próximo domingo es mucho más concurrida).

En la Parroquia del Claret, en Santo Domingo, asociada al colegio del mismo nombre, tradicionalmente se hacen ceremonias marcadas por la intensidad de la entrega de los participantes y ha significado un acercamiento religioso para muchos jóvenes. De especial movilización fue la de Yuan Fuei Liao, nacido Taiwán en una familia de tradición budista no muy practicante y quien, al crecer y educarse en colegios católicos dominicanos quedó tan impactado con la experiencia que eventualmente se fue haciendo parte de grupos de oración juveniles y pasó a definir su actividad primordial en la vida como la prédica laica.

Estas ceremonias pueden seguirse en su versión desde Roma a través de Radio Vaticana y Eurovisión, mediante estaciones de radio y televisión locales o directamente desde los canales de YouTube y las redes sociales de numerosas parroquias. La de la Semana Santa de 2022 en la Parroquia Claret incluyó apertura del sepulcro y una representación espectacular de la resurrección.