La reflexión es una herramienta poderosa para el crecimiento personal y profesional. Permite profundizar en nuestros pensamientos, cuestionar nuestras acciones y motivaciones de quienes nos rodean, descubrir nuevas perspectivas. En este articulo presento tres cuestiones que invitan a una reflexión profunda, cada una abordando un aspecto esencial de la vida humana y la ética en la guerra.
La humanidad se debate entre el dilema de las guerras, el uso y abuso de las armas de fuegos y la inconsistencia de las leyes-si es que la hay-para los gobiernos involucrados le pongan coto, o dejen de atizar conflictos y hacer de las guerras un gran negocio, sin que importe que las muertes civiles sean cientos de miles de millones. En este articulo me referiré sucintamente a tres cuestiones, en todos los casos el responsable o autor de los hechos es el Gobierno de los Estados Unidos.
¿Por qué no termina la masacre de Israel contra los palestinos, y se obliga al primero a dialogar y aceptar la existencia de dos Estados?
Si cualquier gobierno de Estados Unidos así lo quisiera, dejando su arrogancia y la prepotencia a un lado, la paz entre israelíes y palestinos sería una cuestión de días, por medio de la negociación y el respeto mutuo. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo: suspender la ayuda militar (superior a los 4,000 millones de dólares anuales que entrega al Gobierno sionista israelí) y dejar de vetar, en la UNU y otras instancias internacionales, las resoluciones que exigen el cese al fuego y la negociación.
En fin, que no sea el negocio de las armas salidas del Complejo Militar Industrial Estadounidense, lo que determine cuántos miles de niños y mujeres palestinos, tendrán que morir a cambio de los miles de millones de dólares salidos del negocio armamentista.
Israel se vanagloria, bajo el manto protector norteamericano, de ser el único país del mundo que tiene armas nucleares y no permite que la Organización Internacional de Energía Atómica, tenga el reporte de ello y pueda entrar a sus instalaciones para controlar su posible uso.
Pero Israel es, además, el aliado principal de Estados Unidos en la región del Oriente Medio y ha servido de punta de lanza en los planes estadounidenses contra Irán, Siria y otros países de la zona.
¿Otra cuestión?: la guerra entre Ucrania y Rusia.
Estados Unidos y su Complejo Militar Industrial surten a Kiev de armas de todo tipo, asesores militares y medios de inteligencia a lo largo y ancho del conflicto, atravesando la frontera rusa; más armas, más ganancias para Washington, sin importar quienes ni cuántos mueran en el conflicto.
Por añadidura, la Casa Blanca, con su política de sanciones contra Rusia, arrastra a muchos países de la Unión Europea, haciéndolos participes del conflicto. Fue el gobierno norteamericano quien irrumpió en el proceso de diálogo entre ucranianos y rusos para buscar la paz, e hizo pedazos todo posible acuerdo entre las dos partes.
No habrá paz en Ucrania mientras el Gobierno de Joe Biden garantice armas y militares, y pretenda rodear a Rusia con fuerzas de la OTAN, y a la vez, hacerla rendir por sanciones económicas, ya sean directas de Washington o aplicadas por una Unión Europea, que es reo también de lo que diga y haga el Gobierno estadounidense.
Un tercer elemento es lo que ocurre a lo interno de Estados Unidos, donde hay cada año y en cualquier momento mueren cientos de personas, generalmente estudiantes, baleados por quienes usan las armas sin control alguno. No hay gobierno alguno en este país que quiera cambiar la norma constitucional referida al “derecho” de todo ciudadano a comprar y poseer un arma de fuego.
Situación que se visualiza en los mas de 393,3 millones de armas en manos de la población, que representa un promedio de 120,5 de artefactos por cada cien habitantes, de acuerdo con un estudio hecho recientemente por un comité que aboga por el control y regulación de las armas.
Los asaltos y tiroteos en escuelas, viviendas, centros culturales, deportivos y otros forman parte de la vida cotidiana estadounidense. ¿No puede o no quiere Joe Biden disminuir en el mundo y en la propia sociedad norteamericana, la muerte de más personas ya sea por las guerras o, sencillamente, por ser reo del Complejo Militar Industrial y de su propia concepción de su sistema decadente y en estado de descomposición?