El gobierno declaró prioridad nacional el desarrollo de microchips, el decreto (324-24) planea posicionarnos como  destino estratégico, competitivo, confiable y seguro para la industria global de semiconductores que son componentes de gran importancia para innovación tecnológica y desarrollo de nuevas aplicaciones: Vehículos inteligentes, inteligencia artificial,  internet y  automatización.

Así nuestro ingreso percápita llegará por encima de  países medios. Además,  producir microchips dominicanos nos fortalecería dentro de naciones de importancia geopolítica. También esa producción permitirá que contribuyamos a la distensión para evitar una tercera Guerra Mundial. Nótese que la República Popular China amenaza con reincorporar a Taiwan dentro de la China continental. Siendo Taiwan líder  mundial en producción de microchips, si fuera reincorporado por medios violentos estallaría una Guerra Mundial.

Recordemos que Chou En-lai proclamó en la reunión preparada por Sukarno que “China reincorporaría a Taiwán por medios pacíficos” pero recientemente Xi Jinping anunció que China la reincorporará usando cualquier método. Recientemente China violó el espacio aéreo de Taiwan y en el mar de China realizó intimidantes maniobras militares. Invadiendo Taiwan, China provocaría la Tercera Guerra Mundial usándose armas nucleares. Así, los microchips dominicanos darían a Abinader una estatura de gobernante no común entre dirigentes insulares y caribeños. En “La crisis de octubre” el Caribe pudo ser factor clave en el estallido de una guerra mundial. Ahora Abinader con la producción dominicana de microchips generaría distensión entre China y Taiwan. Además, con la manufactura local de microchips nuestra importancia geopolítica llegaría al máximo histórico porque contribuiríamos a que la Industria europea y principalmente la Alemana no se deteriore y mantenga  su alto nivel sin necesidad de contar con microchips de Taiwan que podrían caer en manos de la República popular China en cualquier momento bélico.

Medios noticiosos locales destacan que en el cuatrienio (2024-2028) se harían múltiples reformas: Como la tributaria y dos  constitucionales una referente a la independencia del Ministerio Público y otra trataría de impedir que presidentes en ejercicio modifiquen  la Constitución para reelegirse aunque esté prohibido. Eso lo intentó hacer un expresidente cuyo nombre no debe pronunciarse porque al hacerlo saldrían ampollas en la lengua y muchas neuronas quedarían putrefactas. La producción dominicana de microchips nos fortalecería como nación importante en el bloque occidental y podría ocurrir que en futuras sesiones del G7 y G20 mencionen elogiosamente  nuestro país.

Nuestro país ha demostrado que es de los más pacifistas. Tropas dominicanas participaron del lado de la ONU luchando contra la agresión del Irak de Sadam Husein que invadió Kuwait  para apropiarse de pozos petroleros. Países democráticos que no pudieran comprar microchips en Taiwan podrían adquirirlos aquí, si no fueran para fines bélicos.

Además,  Abinader podría recibir una  importancia política trascendental si tomara como referencia el papel que jugó Eisenhower quien después de angustias ocasionadas por los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki y  cuando estaba el  mundo  atemorizado ante el poder nuclear Eisenhower logró que la ONU realizara una amplia conferencia titulada “Átomos para la paz”. Abinader podría insistir que la ONU realice una conferencia titulada “Microchips para La Paz” y que decida crear la Agencia Internacional para controlar y prohibir el uso militar de los microchips siendo ese tentativo evento la antítesis de la atemorizante Crisis de los misiles de octubre  1961 entre Estados Unidos, Rusia y Cuba.

La creación de la Agencia Internacional para limitar y prohibir usar microchips militarmente podría provocar que individuos de organizaciones pacifistas a nivel mundial propongan a Abinader para otorgarle un premio internacional de la paz de seguro el pacifismo y el no continuismo serían legados  trascendentales que Abinader aportaría al país y multilateralmente, tales legados deberían ser fortalecidos por quien lo sucedería en la presidencia en 2028. Recordemos que Churchill indicó que un político se interesa solamente por las próximas elecciones y un estadista se preocupa no solo por las próximas elecciones sino también por las próximas generaciones como es el caso de los microchips ese aspecto reforzaría la imagen como estadista de Abinader y además porque ha decidido no volver a repostularse. Así quedará superada la nefasta costumbre continuista de Balaguer y otros recientes presidentes que quisieron perpetuarse metiendo de contrabando reformas constitucionales para permanecer en el poder.