Es ampliamente reconocido que la República Dominicana, por sus características geográficas y geofísicas, se encuentra muy expuesta a fenómenos naturales y eventos meteorológicos extremos, una realidad exacerbada por los efectos crecientes del cambio climático. A pesar de los diferentes esfuerzos realizados, las estrategias actuales de gestión de riesgos y respuesta a emergencias han demostrado ser insuficientes para afrontar eficazmente estos desafíos ambientales que van en aumento, evidenciándose la necesidad apremiante de revisar y fortalecer dichas estrategias, para adaptarlas a un escenario climático cada vez más impredecible y severo.

La reciente tragedia que cobró la vida de unas 24 personas (de acuerdo con las cifras oficiales hasta el momento) debido a las lluvias implacables, inundaciones y el colapso de infraestructuras críticas, nos insta a tomar medidas urgentes, pues este doloroso suceso debe servir como catalizador para una transformación profunda en la forma en que se gestiona y aborda la prevención de los eventos atmosféricos y desastres naturales en el país.

Es hora de reinventarnos, aplicando las mejores prácticas internacionales, revisando los protocolos, políticas y estrategias existentes e incorporando la tecnología al sistema de gestión de riesgos, especialmente la Inteligencia Artificial (IA), ya que esta puede desempeñar un papel crucial en la prevención, atención y respuesta ante desastres.

En este sentido, la IA tiene el potencial de transformar nuestra capacidad para prever y responder a estos eventos, ya que puede analizar enormes conjuntos de datos ambientales y meteorológicos para predecir con mayor precisión sucesos como inundaciones y deslizamientos de tierra, información que puede servir como insumo en las estrategias de prevención y planes de evacuación más efectivos.

Modelos predictivos para inundaciones, deslizamientos de tierra y sismos.

En Japón, por ejemplo, se han estado utilizando con éxito modelos de IA para pronosticar deslizamientos de tierra, combinando datos de precipitaciones con información geológica detallada, lo que ha permitido que se tomen medidas preventivas más efectivas. A su vez, para mejorar el sistema de alerta temprana. “Desde el 2007, los smartphones tienen instalado un sistema de alerta precoz de seísmos que emite una alarma inmediatamente antes de que se produzca un terremoto. Este, es el primero de su clase en el mundo y genera un aviso a partir de los pequeños temblores iniciales que se producen segundos o decenas de segundos antes de un gran seísmo, instando así a la gente a prepararse para la evacuación. El sistema utiliza sismómetros y medidores de intensidad sísmica que miden los temblores de la Agencia Meteorológica de Japón (en unos 690 lugares de todo el país) y una red de observación sismográfica del Instituto Nacional de Investigación en Ciencias de la Tierra y Prevención de Desastres (en unos 1000 lugares en todo el país),” según se informa en la página web del ministerio de relaciones exteriores de Japón.

Igualmente, utilizan una aplicación gratuita para las tormentas repentinas localizadas, tienen un radar capaz de medir nubes de lluvia en tres dimensiones junto con la tecnología de radares existente para determinar señales de tormentas guerrilla.

Google, por su parte, a través de su herramienta «Google Flood Hub», acaba de ampliar la cobertura de sus alertas por inundaciones fluviales. Esta herramienta, basada en inteligencia artificial, permite anticiparse al riesgo de inundación hasta con 7 días de antelación y comenzó su uso en el año 2018, primero en la India y, posteriormente, en Bangladesh y ya está disponible en 80 países.

En la Cuenca del Río Cónica, en México, se está aplicando inteligencia artificial para detectar crecidas repentinas, y con los resultados obtenidos de estos modelos se comparan con los modelos hidrológicos/hidráulicos y se determinan los criterios para evaluar su rendimiento, entre ellos, la exactitud general.

A su vez, con sensores instalados en infraestructuras clave como puentes, túneles, carreteras, aeropuertos, y sistemas de energía, se utiliza Inteligencia Artificial para analizar los datos generados por estos, lo que permite detectar precozmente señales de fallos estructurales y detectar de manera temprana posibles problemas, a fin de tomar las medidas correctivas de lugar. En el caso por ejemplo de los Estados Unidos, esta tecnología se está utilizando para monitorear la infraestructuras vitales, lo que ha mejorado la seguridad y reducido los costos de mantenimiento.

Igualmente en Japón se ha desarrollado un sistema encabezado por la Universidad de Tohoku para determinar la altura, el alcance, el número de personas dentro del perímetro y la escala de los daños en edificios causados por tsunamis a consecuencia de terremotos a gran escala y transmitir esta información en un plazo de 30 minutos.

Y de acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial, en su boletín 71 del año 2022 muestran un estudio del uso de la IA en la reducción de riesgos de desastres en diferentes países y se evidencia el creciente uso de estas tecnologías, explicando que “a través de la teledetección (desde satélites, drones, etc.), redes instrumentales (meteorológica, hidrometeorológica, de estaciones sísmicas, etc.) y la colaboración abierta, la base de datos de observación de la tierra ha crecido inmensamente”.

Fuente: Boletín 71, Organización Meteorológica Mundial.

Para que la República Dominicana se beneficie plenamente de estos avances, es crucial que el Gobierno invierta en tecnologías de IA, en la capacitación del personal y promueva alianzas internacionales con países que puedan compartir sus recursos y mejores prácticas, incorporando en la estrategia, las alianzas tripartitas en el ámbito internacional con empresas como Google, y los organismos, programas y agencias de Naciones Unidas vinculados al desarrollo sostenible y la acción climática, entre otros actores, que puedan aportar con las innovaciones y nuevas disrupciones puestas en marcha para mejorar la resiliencia, la prevención y la respuesta ante eventos de esta índole.

Además, es esencial llevar a cabo campañas de educación y concienciación pública sobre la preparación y respuesta ante desastres, utilizando datos y análisis proporcionados por sistemas de Inteligencia Artificial. Por ello, integrar módulos educativos sobre gestión de riesgos y desastres en los currículos escolares y universitarios, que contemplen cómo la IA y las tecnologías modernas están cambiando la forma en que respondemos a emergencias, puede ser un factor de vida o muerte.

En resumen, la inteligencia artificial no es solo una herramienta del futuro; es una solución presente y vital que puede transformar la manera en la que República Dominicana se prepara y responde a los fenómenos atmosféricos y los desastres naturales, salvando vidas y protegiendo infraestructuras.

La tragedia que hemos enfrentado es un doloroso recordatorio de nuestra vulnerabilidad ante las fuerzas de la naturaleza. Sin embargo, también nos brinda la oportunidad de adoptar enfoques innovadores y tecnológicamente avanzados en nuestra lucha contra estos desafíos.

La IA no es una panacea, pero sí es un instrumento poderoso que, si se implementa correctamente, puede salvar vidas y minimizar el impacto futuro de las pérdidas económicas. Por ello, invito a las autoridades a considerar estas y otras acciones que se están llevando a cabo con éxito en diferentes partes del mundo, y que unidos, asumamos el compromiso con un futuro más seguro para nuestra nación.

 

Referencias:

Pérez, J. (2023). "Gestión de Riesgos Climáticos en el Caribe". Revista de Ciencias Ambientales.

Gómez, M. (2023). "Aplicaciones de la IA en la Prevención de Desastres".

Web Japan. (s.f.). Tecnología para la prevención de desastres. Recuperado de https://web-japan.org/trends/es/tech-life/tec202112_disaster-prevention_es.html
World Meteorological Organization. (s.f.). Inteligencia Artificial y la reducción de riesgos. Recuperado de  https://public.wmo.int/es/recursos/boletín/inteligencia-artificial-y-la-reducción-de-riesgos