Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad?
¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
con la espada en la mano?
¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios? Altazor/Vicente Huidobro

 

Cuando muere un niño herido por la guerra, el mundo se queda solo con palabras, con significantes vacíos, con una oralidad hueca, con él, mueren la finalidad y los sentidos, solo queda la gestualidad de los ritos sagrados vencidos, se desvanece lo santificado y el mundo desacralizado, sin sentido, ¡solo gira!, solo cumple su indefectible trayecto en medio de un cosmos que se expande hacia lo desconocido.

Por un niño asesinado en la guerra, ¡por uno solito!, se quedan todos los reinos vacíos, se silencian las voces, no se oye más el cantar de nanas que arrullan y el gorjeo es una puerta hacia la melancolía. El prado verde extraña las diminutas pisadas, las flores echan de menos el asombro de los ojitos del niño y los escarabajos, las abejas y las mariposas sienten que liban y polinizan un mundo vacío.

Cada niño asesinado en la guerra, siempre es asesinado a mansalva, con alevosía, en cada niño asesinado también está asesinada la misericordia; se desata un torbellino que arrastra la Paz, entra el odio y se borra para siempre la mansedumbre. Una vez destrozada la Paz reina la muerte, la asechanza, la incertidumbre, la enfermedad, el negocio de drogas, el miedo, el asesinato selectivo y la mentira.

La Paz del mundo fue vencida por la avaricia de los adoradores del Becerro de Oro y los seguidores de Mammón, dueños del occidente político, enterraron la Paz como premisa para el saqueo de las naciones, de sus recursos naturales que terminaron extintos o en peligro de extinción y lo más terrible, la defensa legitima de los pueblos para detener el saqueo, la denominaron terrorismo.

Dueños de las grandes corporaciones mediáticas, conocedores de increíbles técnicas de control mental, comenzaron la llamada “lucha contra el terrorismo”, es decir, el saqueo de las naciones sin ningún tipo de limitaciones porque “luchaban contra el terrorismo”. Así lograron, mediante la mentira, las acciones bélicas de falsa bandera, llenas de odio, y el patrocinio secreto de grupos de fanáticos extremistas, secuestrar el mundo.

Ahora, entre ruinas y juguetes, nos toca ver el exterminio de un pueblo y con la bendición de la culta Europa, Inglaterra, Israel y los estadounidenses, en tan solo cuatro semanas, llevan más de 4 mil 104 niños y niñas asesinadas en Palestina. La franja de Gaza de campo de concentración, de cárcel a cielo abierto, se convirtió en un cementerio de niños. Cada diez minutos muere una niña o niño asesinado a mansalva y con alevosía.

En el 2013 fueron asesinados en Siria 7 mil 985 niños y niñas, muertos por bombardeos patrocinados por los estadounidenses, Israel y Europa, en su agonía, un niño de tres años dijo momentos antes de morir: “Cuando muera le contaré todo a Dios”.