Hace unas semanas conversaba con un buen amigo hondureño y me compartía una experiencia suya de visita a unos centros educativos en República Dominicana, para dialogar sobre la importancia de la salud menstrual en la adolescencia. La mujer sangra todos los meses por un período de 5 a 6 días, el ciclo menstrual posibilita a las féminas el regalo de la maternidad, y aunque no es menos cierto, que el período puede venir de diferentes formas, para nada a gusto, las mujeres sabemos lidiar con esos días de manchado que tantos cambios producen a nuestro cuerpo. Lo cierto es que todavía en pleno siglo XXI da vergüenza a algunas mujeres hablar del período, y con esto aclaro que no se trata de ir cada mes contándole a todos que estás viendo "la regla", como le llamamos algunas en lenguaje más popular. Los cólicos menstruales muchas veces dejan sin fuerzas a quiénes los padecen, y ello no debe ser motivo de omisión ni desprecio.
La moción que sentí al escribir este artículo nace del deseo de hacer un llamado de conciencia en República Dominica debido a que hace poco leía en las noticias de un medio digital llamado El Brifin que muchas niñas dominicanas faltan entre 2 y 5 días a la escuela cada mes, porque sus familias no poseen el dinero o forma de conseguirle productos de higiene menstrual. Y es que cuando el dinero no alcanza la situación económica aprieta y se hace imposible llegarle a productos básicos como las toallas sanitarias. Según un estudio de la organización Batey Relief Alliance la situación está difícil en varias zonas rurales de RD. El 53,3% de las niñas encuestadas no tienen acceso regular a toallas sanitarias, el 63.6 % reporta dificultades para encontrar productos menstruales, un 20% pierde entre dos y tres días de clases mensualmente; y un 4,6% falta cuatro días o más. En 2022 el diputado Omar Fernández presentó un proyecto de ley que propone eliminar todos los impuestos a las toallas sanitarias y clasificarlas como producto de primera necesidad.
Al terminar el diálogo con mi amigo le comenté lo necesario que resulta continuar fomentando iniciativas como estas de proporcionar a las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres del país este tipo de condiciones tan necesarias como es proporcionar toallas sanitarias al alcance de todas, para hacer del ciclo menstrual un período vivido con una higiene saludable y por qué no, de calidad.