Ante la imposibilidad de volver a cooptar a la Junta Central Electoral, a las altas cortes, así como al Ministerio Público, Leonel Fernández decide desacreditar a quienes deben arbitrar las próximas elecciones municipales, congresuales y presidenciales. Y es que, las aspiraciones presidenciales de Leonel Fernández están muy por encima de la democracia y sus instituciones.
Entre los años 2004 y 2012 fueron cooptadas todas las instituciones del Estado Dominicano, responsables del arbitraje de la justicia y la política dominicana, lo que posibilitó secuestrar al Partido Revolucionario Dominicano, PRD. Tal y como lo señalara Wilfredo Lozano en su publicación, La Política del Poder, “… el PLD garantizó que el TSE anulara la expulsión de Miguel Vargas y que desestimara por vía de sentencias todas las iniciativas del grupo mayoritario que posteriormente se produjeron”, lo que provocó la mudanza de más del 90% de la militancia perredeista a un nuevo partido, el Partido Revolucionario Moderno, hoy partido de gobierno.
Leonel Fernández, junto a Danilo Medina y los demás miembros del otrora poderoso Comité Político del PLD, lograron conformar una corporación partidaria, a través de la cual pasaban todas las decisiones del Estado Dominicano, garantizando un contexto de impunidad, que propició todos los actos de corrupción que hoy son ventilados desde el Poder Judicial, gracias a que hoy si se cuenta con un Ministerio Público independiente.
La imposibilidad de volver a ser candidato presidencial dentro del Partido de la Liberación Dominicana desencadenó su salida del partido morado, generando un drenaje constante de la matrícula peledeísta, al grado de que hoy cuenta con un tercer lejano lugar en el interés de los votantes, según todas las encuestas.
Las aspiraciones presidenciales de Leonel Fernández no tienen límites, y como ya no cuenta con el Presupuesto de la Nación, y las “donaciones” con las que construyó FUNGLODE, en su política de tierra arrasada intentar desacreditar a la Junta Central Electoral, aunque en el proceso termine debilitando el principal capital con que cuenta la República Dominicana, su estabilidad política. Leonel Presidente o que entre el mar.