Se ha marchado hacia lo ignoto la doctora Teresa Casso, ginecóloga-obstetra, dejando atrás una importante impronta social, marcada por una hoja de vida profesional impecable y una larga lucha en defensa de los más puros intereses del pueblo, como militante revolucionaria en su natal Cotuí, dirigente estudiantil universitaria y  médico gremial.

Teresa y su esposo el inolvidable colega Francisco Mirambeaux (Quico), fueron dirigentes estudiantiles del Frente Estudiantil Flavio Suero en la universidad, el suscrito de Fragua (luego del Flavio Suero), recuerdo en las grandes jornadas de lucha contra el balaguerato siempre estaban presentes.

Su combatividad fue permanente, hasta el extremo que la policía balaguerista, tratando de aprovechar su condición de mujer, pretendieron amedrentarla, la apresaron y como prisionera política fue enviada a la Penitenciaría de La Victoria. En ningún momento Teresa se amilanó y disminuyó su ritmo de combate, no lograron doblegarla. Le prefabricaron un expediente como era la usanza en la época, pero no pudieron justificarlo.

El suscrito puede dar testimonio que en los enfrentamientos en la universidad producidos por las provocaciones policiales, Teresa no estaba en la retaguardia, sino en la vanguardia como una combatiente sin miedo, aspecto que siempre le caracterizó.

Ya graduada de médico cursó residencia de ginecología y obstetricia en la Maternidad  Nuestra Señora de la Altagracia y de oncología ginecológica en el Instituto Oncológico  Dr. Heriberto Pieter. Ejerció medicina privada en la Clínica Dr. Rodríguez Santos. Participaba con gran entusiasmo en todos los operativos médicos sociales que era invitada.

Pese a sus compromisos profesionales siempre se mantuvo activa en defensa de los intereses del pueblo en el ámbito de la salud popular, integrándose al Colegio Médico Dominicano, baluarte de la lucha por una cobertura sanitaria adecuada para los dominicanos.

En el Colegio Médico  al igual que su compañero de vida Quico Mirambeaux, fueron de los dirigentes fundadores del grupo médico progresista los  «Shanghái», que libró una ardua jornada contra el elitismo de la institución, logrando la democratización de sus mandos directivos, para colocarlos al servicio de la lucha decidida por una sana cobertura sanitaria en beneficio de  toda la población y por un digno trato a los trabajadores sanitarios, responsables de una de las labores más delicadas, la salud ciudadana.

Teresa Casso en atención a la inescrutable ley de la vida, se ha dirigido hacia lo infinito el 5 de febrero, pero todos los colegas y amigos que la conocimos sabemos nos deja el paradigma de su espíritu infatigable de combate por una sociedad con plena libertades públicas y un mejor destino social.