Esta mañana me desperté temprano y como cada mañana, salí a caminar. Mas me vi en la necesidad de acelerar el paso porque comenzó a lloviznar. Sin embargo, no me molestó. Las gotas de agua las sentí como agua bendita humedeciendo mi rostro. La lluvia pudo ser un pequeño problema para los que tienen fiestas al aire libre, las damas y sus peinados, y otras situaciones. Pienso que debemos de verla como una gran bendición, dado que este año fue tan necesaria, deberíamos llamarla "¡lluvia de bendiciones!".
Al regresar a mi casa, encontré a mi hija animada, midiéndose vestidos para la cena del cumpleaños de su abuela, (mi madre). Ver a mi hija feliz es una de las cosas que más alegría puede darme. Se decidió por un vestido azul cielo mientras su sonrisa llenaba de luz la habitación.
Salí hacer a hacer unas pequeñas compras propias del hogar: pan, leche, etc. El supermercado estaba lleno de gente, todos tenían prisa, sin embargo, estaban sonrientes. Las personas, por lo regular, tienden a desear feliz Navidad, felices fiestas, vaya con Dios, que la pase bien con su familia y sus seres queridos, la gente regala abrazos, sonrisas, solidaridad. El encanto de la Navidad hace que se inspiren y digan palabras agradables al oído— feliz Navidad, señora; feliz Año Nuevo – los mejores deseos para usted y su familia.
Las decoraciones de Navidad alegran los espacios y lo más importante, comienzan reuniones de familiares y amigos. Los que están ausentes del país, o más lejos, hacen todo tipo de intento tratando de ponerse presente, porque en esta época de festividades, todos queremos estar en un ambiente lleno de amor, rodeados de la calidez que representan los seres queridos.
El espíritu está en el aire, lleno de magia, amor y reflexión deseándoles a todos, paz, bienestar y alegría para este nuevo año que comienza.
Es la época más bonita del año.
¡Feliz Año Nuevo!
Aprendiz de la conducta Humana