Las secuelas de la pandemia de la COVID-19 y más recientemente los efectos inflacionarios provocados por la guerra entre Ucrania y Rusia han afectado el desempeño de la economía mundial. Esos dos eventos, debido a diferentes razones, generaron un aumento de la inflación que se debió a la recuperación de la demanda luego de la severa contracción de la economía mundial resultante de la pandemia y, a raíz de la guerra, el incremento de precios de las materias primas (combustibles y alimentos) ha tenido efectos negativos sobre la demanda real de bienes.
Indiscutiblemente, el aumento de la inflación afectará la perspectiva de crecimiento que inicialmente tenían los organismos multilaterales sobre la economía mundial. A raíz de estos acontecimientos, la economía dominicana enfrenta retos importantes para los años del 2022 y 2023. A pesar de estos pronósticos, la economía dominicana muestra un crecimiento de 5.8% durante los primeros cuatro meses del 2022, de acuerdo con las cifras del Banco Central (BC), dadas a conocer por un espacio pagado publicado en Diario Libre, el 1ro de junio del 2022, páginas 8 y 9, y el BC espera que se mantenga alrededor del producto de pleno empleo. Y que, pese a los desequilibrios internos y las amenazas externas que afectan el crecimiento económico, las proyecciones del BC y del BM sugieren que la economía dominicana crecerá como en sus mejores años.
No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su último Artículo IV de abril del año en curso, enfatizó que el desempeño de la economía dominicana durante el 2022 dependerá sensiblemente del desempeño de las economías de sus socios comerciales. En el caso de la economía norteamericana el BC citó que para el 2022 se espera una contracción equivalente al 1.5% con una inflación de 8.3%, cuatro veces superior a la meta de inflación de 2% de la Reserva Federal.
Asimismo, los organismos internacionales multilaterales proyectan una desaceleración del crecimiento mundial. Así lo muestra el Prospecto Económico Mundial del Banco Mundial (BM) que estima que tanto la pandemia del Covid-19 como la guerra entre Rusia y Ucrania han desacelerado el ritmo de crecimiento de la economía mundial equivalente a un 2.9% para el 2022. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Panorama Económico Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) proyectó para abril del 2022, una contracción de la economía mundial de 2.5%, considerando su estimación de 6.1% para el 2021 respecto del 3.6% en el 2022.
Igualmente, la guerra ha elevado los precios de los combustibles fósiles y ha contribuido a la volatilidad que exhiben los precios internacionales de los combustibles y de algunos alimentos. Según el Prospecto del BM, el aumento de estos precios en los mercados internacionales afectará la seguridad alimentaria y exacerbará la pobreza en los países emergentes y subdesarrollados, lo que significa una contracción adicional de la demanda agregada real que afecta el crecimiento económico.
A este panorama internacional habría que incluirle los efectos de las políticas domésticas sobre el crecimiento económico. En efecto, el BC ha aumentado la tasa de interés de política monetaria (TPM) de 3.0% a 6.5% desde el 2021 hasta la fecha, con el fin de reducir el ritmo de crecimiento de la economía dominicana y con esto, reducir las importaciones de bienes, afectadas por las alzas de precios en los mercados internacionales que produce la inflación doméstica. Estos resultados se lograrían a través del encarecimiento de los costos de la inversión, así como del financiamiento del consumo duradero. Lo que significa que la política monetaria persigue contraer la economía para reducir la inflación de origen importada, como si se tratara de la inflación tradicionalmente causada por una expansión monetaria. La contracción de la economía produciría desempleo, pobreza y presiones sobre la política fiscal si se adopta la sugerencia del FMI de compensar a las familias pobres, con lo que se empeoraría la situación fiscal.
En el 2016, el BC estableció que la fuente principal del crecimiento económico dominicano es la acumulación del capital físico, (Michel, Díaz y Pérez, 2016). A partir de este hallazgo, no cabría esperar que el crecimiento económico se mantenga alrededor del producto potencial o de pleno empleo tal y como estima el BC. Esta proyección sería optimista, considerando además el marco de contracción económica internacional, el aumento de la inflación y los efectos cambiarios que produce esa medida.
El BC pierde de vista que el aumento de la inflación es un fenómeno global y que, por tanto, solamente se resolvería con la desaparición de las causas que la originan. Su origen proviene de políticas relacionadas con la seguridad y del empeño expansionista de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cuestionado por Rusia. A pesar de que se han producido reuniones de las partes para resolver este conflicto, aún no se han logrado acuerdos que le pongan fin. Por el contrario, en la última reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el embajador ruso se retiró de la reunión por los ataques de Charles Michel, miembro de ese organismo, y presidente del Consejo Europeo.
De manera, que el aumento de las tasas de interés en el país tiene efecto limitado sobre los contenedores atascados en todo el mundo, no solamente en el Puerto de Odessa, sino también en China y otros países. Con lo cual la inflación continuará durante los próximos dos años, tal y como asegura el BM.
Por esta razón, a pesar del aumento de las tasas de interés en el país, la tasa de inflación continúa aumentando. La tasa de inflación general anual es de 9.64% para el mes de abril del 2022 de acuerdo con el BC, siendo de 3.66% en el 2019. La inflación subyacente (que excluye de la canasta de bienes aquellos que tienen alta volatilidad en sus precios, tales como los combustibles, electricidad, entre otros) se situó en 7.25% para el mismo mes, cuando el objetivo del BC es mantener la inflación alrededor del 4% con una desviación del uno por ciento por encima o por debajo de ese valor. Es decir, que la respuesta del BC no ha podido controlar la inflación.
Además, el aumento de las tasas de interés tiene efectos sobre los movimientos de capitales (entrada y salida de dólares). En el caso de un aumento de la tasa de interés por encima de la tasa de interés internacional, el país atraería capitales (aumento del rendimiento interno del dinero), con lo cual apreciaría el tipo de cambio y contraería la demanda agregada por la pérdida de competitividad de las exportaciones. Entre mediados de septiembre del 2021 y mediados de enero del 2022 el tipo de cambio se depreció y luego, entre febrero y mayo del 2022 se apreció ligeramente (ver Figura). De manera que, resulta difícil establecer la tendencia del tipo de cambio respecto a los aumentos de las tasas de interés.
Fuente: www.bancentral.gov.do
Lo cierto es que no puede afirmarse categóricamente que el aumento de TPM contribuye a reducir las importaciones porque no existe una tendencia manifiesta a la depreciación del tipo de cambio y si las importaciones no se reducen, como resultado de la apreciación cambiaria, entonces no se puede contener la inflación. Ahora bien, lo que cabría esperar es que haya una contracción de la economía con aumento del desempleo, la pobreza y mayores presiones sobre la política fiscal. Las viejas recetas son incompatibles con los nuevos dilemas que la economía mundial le plantea a la dominicana. Por eso, las autoridades monetarias deben considerar el bienestar de la mayoría y no el de los privilegiados de siempre.