Los programas de protección social en la Republica Dominicana se inician con el actual modelo que conocemos actualmente, a principios de los años 2000 y se inicia con un estudio de la situación socioeconómica de las familias en los distintos territorios y priorizando aquellos donde es masiva la pobreza; es así que se crea un sistema de información para detectar los niveles de pobreza existentes en el país y a la vez implementar con un programa de protección en salud, para las familias más vulnerables, amparado en la ley 87-01 sobre el régimen de seguridad social.
Paralelamente con ese proceso se inició un programa de ayuda desde el año 2001, que consistía en el aporte de RD$300.00, que según lo anunciado estaba orientado a familias de escasos recursos, pero que en el transcurso de su ejecución comenzaron a surgir escándalos de corrupción en la forma como se repartían dichos recursos.
A partir de finales del año 2004 se crea el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), con el apoyo del Banco Mundial, el BID y el Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD), cuyo objetivo principal era, en base a estudios socioeconómicos, identificar cuales familias se encontraban en los distintos niveles de pobreza y así seleccionarlas para proporcionales ayuda tanto en alimentos, salud (SENASA) y educación (ILEAE), para reducir los niveles de marginalidad económica y social; posteriormente se incorporarían otras ayudas como los subsidios al gas de cocinar y la energía eléctrica.
Mediante Decretos 28-01, 1082-04 y 1251-04 se creo el Gabinete de Coordinación de Políticas sociales del Gobierno, para la articulación y regulación de los programas de protección social basados principalmente en tres ejes: programas de transferencias condicionadas, programas de inclusión económica y programas de desarrollo humano y social.
Destacamos que a partir del año 2005 se crea el programa comer es primero, que mediante una tarjeta proporcionada desde ese entonces por la la Administradora de Subsidios Sociales (ADESS) y se le emite a los hogares seleccionados, para depositarle mensualmente unos recursos dentro de la modalidad de transferencia condicionada, consistente en que estos hogares para mantener la ayuda que se le proporcionaba debían cumplir con requisitos en educación en salud, tales como enviar los niños a la escuela, cumplir con llevar los niños a los centros de salud para la vacunación y a las embarazadas garantizar sus chequeos mensuales.
El programa Comer es Primero, que se inició en el año 2005, luego más adelante pasó a llamarse Solidaridad y posteriormente en el año 2012 Progresando con Solidaridad, también fue ampliando su cobertura tanto en monto aportado a los hogares como en aumento del número de beneficiarios; luego mas adelante y tomando en cuenta el criterio de SIUBEN sobre los hogares a seleccionar para que obtuvieran los beneficios, se incorpora también el subsidio al gas de cocinar y sobre la factura eléctrica de dichos hogares.
A raíz de la llegada al poder del Presidente Luis Abinader y el PRM, en agosto del año 2020, se plantean cambios no solo en el nombre del programa, que pasó a llamarse Supérate, sino también, que además de desvincular a técnicos que ya tenían trabajando cerca de 20 años en el SIUBEN, se decide pasar este organismo a ser una dependencia mas del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD).
Estas últimas acciones han traído como consecuencias que frecuentemente se presentan acciones de robo de identidad de la tarjeta de jefes de los hogares beneficiados (miles y miles de tarjetas), interrumpiendo el aporte a esos hogares, que lo hacen mediante el pago de productos de consumo del hogar, sobre todo alimenticios en colmados y supermercados.
Para colmo se han creado unos famosos bonos, que se anuncia es para beneficiar a esas familias en condiciones vulnerables seleccionadas por el SIUBEN, pero según denuncias hechas inclusive por un Senador del PRM, hay personas beneficiarias que no pertenecen a esos hogares pobres y que por tanto no necesitan de esa ayuda.
Si no se corrigen los errores que se han cometido en estos dos últimos años, Supérate puede colapsar y los mayores perdedores serian los miles de hogares beneficiarios de las ayudas que se canalizan a través de esa tarjeta.