1.- La persona física, inclinada a la incondicionalidad, con facilidad se somete a la voluntad de otra, lo mismo que un gobierno sumiso permanece a merced de lo que otro semejante decida en uno u otro sentido.
2.- En América Latina y el Caribe predominan los gobiernos entregados en cuerpo y alma a la política exterior de Washington. Es notoria la obediencia, la subordinación.
3.- El Departamento de Estado no tiene que hacer el mayor esfuerzo para lograr el acatamiento de sus deseos, porque por aquí cuenta con aliados que son una mansedumbre, una seda.
4.- Los gobiernos que inclinan la cerviz al imperio, que lo consideran su amo, se comportan aborregados, convenibles, prestos para obedecer, jamás mostrando rebeldía o indomabilidad, porque lo suyo es aceptar.
5.- Una vez que un gobernante se instala en la casa de gobierno, si es de los alineados a los intereses monopolistas norteamericanos, está a la espera para recibir órdenes, ponerse a disposición, consagrarse por entero, darse a tiempo completo a su Señor del Norte.
6.- Los políticos de negocios, ideológicamente formados para portarse blanduchos ante el imperio, son los mismos que se sienten impedidos de actuar decididos en los momentos cruciales de la política internacional.
7.- Las coyunturas en las cuales está de por medio la independencia y soberanía de los pueblos, sirven para conocer a los gobiernos apegados a los principios del derecho internacional, y también a los supeditados a la conveniencia de los intereses del capitalismo monopolista de Estado, el imperio.
8.- Precisamente ahora, con motivo de la situación que se encuentra Venezuela, luego del proceso electoral y las acciones preparatorias conspirativas golpistas, se han puesto en evidencia los gobiernos respetuosos de la independencia y autodeterminación de los pueblos y los que responden a los lineamientos trazados por los Estados Unidos, acorde con sus propios intereses.
9.- El conflicto creado en Venezuela, obra de la ultraderecha y los Estados Unidos, debe ser resuelto exclusivamente por venezolanas y venezolanos, sin la intromisión extraña. Es un asunto de política interna.
10.- En lugar de motivar el entendimiento en Venezuela, el Departamento de Estado, la Unión Europea y la OEA, lo que han impulsado es el golpismo, llamando a las Fuerzas Armadas y a la población civil a levantarse contra el gobierno legítimo presidido por Nicolás Maduro.
11.- Además de motivar el derrocamiento del gobierno constitucional de Venezuela, hay todo un grupo de países impulsando el desconocimiento de lo decidido por los órganos institucionales venezolanos, el Consejero Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia.
12.- El pasado día 23 del mes de agosto, en curso 2024, diez (10) países subordinados a la política exterior norteamericana, manifestaron desconocer la validación hecha por el Tribunal Supremo de Justicia, ratificando lo que ya había aprobado el Consejo Nacional Electoral.
13.- Es posible que ninguno de los países que impugnaron lo decidido por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela conozca el dispositivo de la sentencia que dijeron rechazar, y que reza como copio a continuación.
14.- “Esta sala declara con lugar el presente recurso contencioso electoral en base al peritaje realizado y verificado de manera irrestricta e inequívoca y con fundamento en el informe elaborado por los expertos electorales nacionales e internacionales altamente calificados e idóneos quienes garantizaron el máximo nivel de excelencia técnico jurídico, certifica de forma inobjetable el material electoral peritado y convalida esta sala los resultados de la elección presidencial del 28 de julio de 2024, emitidos por el Consejo Nacional Electoral donde resultó electo el ciudadano Nicolás Maduro Moros, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el período constitucional 2025-2031, así se decide”.
15.- De la lectura de la decisión emitida por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, cuyo dispositivo acabamos de transcribir, se evidencia que la misma responde a la realidad de los hechos, tal como fue fallado y comprobado por el Consejo Nacional Electoral. Solamente los gobiernos subordinados a la política exterior de Estados Unidos, procuran restarle veracidad a un documento que es la expresión de la verdad.