Todo tiempo pasado se ve cerca. El futuro parece que no llega, camina lento, y el presente es fugaz, si es agradable. Pero…, el tiempo mantiene su ritmo para cualquier parte que vaya. “No por mucho madrugar amanece más temprano”. Lo importante es no perder la esperanza y hacer lo que está a mi alcance. El Buen Con-Vivir es posible.
Ya Solidaridad Fronteriza y Solidaritè Fwontalyè tienen 28 años en la frontera Norte y Nordeste. Parece que fue ayer…
Acompañar, servir, defender al empobrecido apoyado en la “Palabra y en la fuerza de la Organización” es un desafío encomiable…
Fe, Justicia y Cultura se hacen presentes en las asociaciones comunitarias y organizaciones: agrícolas, centros de madres, mujeres negociantes de tejidos usados, juntas de vecinos y obreros migrantes haitianos irregulares.
Estos valores le dan a la vida del empobrecido/a, unidos y organizados, una dinámica reivindicativa asumiendo un compromiso en defensa del otro.
Apoyarse en valores, Unidos y Organizados, se hace presente en el diario vivir: “al otro como a mí”. Se da el salto del YO al NOSOTROS. Se hace posible resolver necesidades, que sólo parecen imposibles. La Unión Organizada imanta solidaridad Aquí y Allá, y se hace la luz para caminar en armonía.
Hoy se habla de Solidaridad Fronteriza y Solidarité Fwntalyé a nivel local, nacional e internacional, al igual que de la Red Fronteriza Janó Siksé; o La Unión de Centros de Madres Mujeres Fronterizas; como de la Asociación de MujeresLa Nueva Esperanza de Dajabón; o La Unión de Juntas de Vecinos de Dajabón; o la Confederación Agrícola Unión Campesina Autónoma; se habla, también, de la Unión de Asociaciones Productoras del Bosque de Restauración y del Comité para la Defensa de los Derechos del Pueblo.
Todas las anteriores organizaciones comunitarias de la Provincia Dajabón son acompañadas por Solidaridad Fronteriza, desde su inicio; otras, por igual, en Juana Méndez, Haití, por Solidarité Fwntalyé.
Las Asociaciones Solidarias de Obreros Haitianos Migrantes Irregulares de la Línea Noroeste, Inc., genera “un nuevo paso en la opción de acompañar”, en 2003, Solidaridad Fronteriza Dajabón, inicia el proceso de acompañamiento de asociaciones solidarias de obreros haitianos migrantes irregulares en la Región Noroeste viviendo “con y como ellos + discerniendo”.
Este estilo de acompañamiento surge a partir de una espiritualidad personalizada, Cristo céntrica…, y está al alcance de quien se proponga vivirla; el único requisito es querer asumirla antes que el cuerpo ponga sus límites para accionar. Las locuras de amor a Jesús y al empobrecido hay que hacerlas en la juventud…
Desde Solidaridad Fronteriza y Solidarité Fwontalyé impulsamos proyectos de desarrollo humano sostenible en la frontera, teniendo en cuenta a cada asociación organizada, que esté enmarcada en un área geográfica específica, sobre: Defensa de los Derechos Humanos y Migración; Nuevo Sujeto Fronterizo; Autogestión Comunitaria; Interculturalidad y Binacionalidad; Cultura de Paz; Defensa y cuidado de la Casa de Todos; Conciencia y Compromiso Ciudadano; Equidad de Género; Seguridad Alimentaria Soberana…
Si vivimos en la frontera con Haití no podemos vivir de espaldas, ni tampoco cara a cara. Vivir de espaldas es la distancia mayor, vivir cara a cara nos impide caminar. Tenemos que ir de brazo echado, uno al lado del otro para avanzar juntos respetando la “identidad” de cada cultura y así crecer fortaleciéndonos mutuamente.
Las relaciones de tú a tú, con dignidad, respeto y confianza, aportando cada uno lo que esté a su alcance, nos fortalecen.
La solidaridad no tiene sentido de propiedad privada porque no se compra ni se vende, ni se exige ni se mendiga, ni se echa en cara, sino que se da y se recibe. Alguien tiene que dar el primer paso para que logremos el Buen Con-vivir.
Ayuda y fortalece las relaciones binacionales el reconocer lo que pertenece a cada nación. Respetar los derechos inalienables, tanto a nivel personal como a nivel nacional. Definir un marco jurídico fronterizo porque la ley, las reglas son controles mutuos para todos, que nos ayudan al Buen Con-Vivir y alejarnos de los “dimes y diretes”, que nos mantienen en zozobra continua.
Solidaridad Fronteriza y Solidaritè Fwontalyè consolidan las relaciones que ya existían entre los pobladores fronterizos y las organizaciones de las comunidades fronterizas de República Dominicana y de la República de Haití.
Las asociaciones comunitarias le dan formalidad autogestionaria, especialmente entre las organizaciones campesinas que tienen como base la conciencia de hermandad étnica, territorial y del convite.
Se respeta la identidad personal y nacional; la confianza permanece apoyándonos en aquellos valores que mantienen vivo lo necesario para vivir en paz: LA TIERRA, LA FE, LA CULTRA DE PAZ, EL TRABAJO, EL COMERCIO, EL RESPETO Y CUIDADO DE LA CASA DE TODOS, LUGAR DE VIDA DE LA HUMANIDAD. ASI TENEMOS PRESENTE EL BUEN CON-VIVIR: RD/RH.
Recordemos que la línea fronteriza es fruto de los países colonizadores para repartirse el botín, no de los pobladores.
Hoy y mañana se mantiene esa línea fronteriza como signo de la presencia de dos grupos humanos diferentes con territorio definidos, cultura propia y exclusiva como autoridades y leyes. “Juntos, pero no reburujao”, donde se sabe quién es quién en una isla, Kiskeya…Así de simple y sencillo, sin alarmarse y sin palabras hirientes, sin alharacas. Aceptarnos como somos y donde estamos… La vida es donación… Nadie escoge para vivir Aquí o Allá…
La experiencia de convivencia continental, países vecinos, aunque hayan guerreado, mantienen relaciones amigables y de colaboración…
Relación no significa unificación… Nos necesitamos mutuamente, ya lo hemos conversado; cada uno en su casa en las malas y en las buenas estaremos presente y precisamente en los momentos de apuros es donde se pone a prueba nuestra hermandad y amistad con las puertas abiertas; no estamos de luto, ni enojados…
En cualquier condición, “el vecino más cercano es tu familia”. Confiemos en nuestras instituciones republicanas democráticas, Aquí y Allá. Siempre podemos MÁS… Ese Más es un desafío Aquí y Allá.