Los aislamientos térmicos son materiales que – en el ámbito de la construcción y yéndonos a un plano muy objetivo- sirven para separar espacios interiores climatizados o con temperatura de confort térmico, de espacios exteriores no climatizados o con temperaturas fuera del espectro de confort deseado.

 

Dependiendo el nivel de aislamiento que se busque y las condicionantes constructivas, de precio o simplemente de gustos que se manejen, se decidirá por un tipo de material u otro (sintéticos, naturales, minerales, en rollos, placas o en partículas proyectables).

 

En función de ese nivel de aislamiento se podrá hablar de mayor o menor nivel de protección térmica,  y por ende de mayor o menor nivel de eficiencia energética; lo que es lo mismo decir, menor o mayor demanda energética  y menor o mayor consumo energético.

 

La selección del tipo de aislamiento, como ya hemos dicho, dependerá de varias condicionantes. Dos de estas condicionantes con un peso prácticamente determinante son el nivel de aislamiento que se desea alcanzar y las condicionantes constructivas.

 

Un ejemplo de esto sería el siguiente, por poner un caso práctico:

 

Para un proyecto de rehabilitación energética, en una vivienda individual en planta superior a la baja, la cual forma parte de un bloque de viviendas en altura, se precisa aislar térmicamente sus cerramientos exteriores. Pensar en un cambio de ventanas es lógico y hasta cierto punto fácil, desde una perspectiva constructiva; o sea, se quitan las ventanas existentes y se colocan ventanas con R.P.T (Rotura de Puente Térmico) o directamente de PVC (policloruro de vinilo); luego el tema de térmico quedaría resuelto en los cerramientos translucidos o carpinterías exteriores.

 

El tema sería decidir qué tipo de aislamiento se adapta al caso de este vivienda; ¿SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior), trasdosado autoportante de LM (Lana Mineral) y PYL (Placas de Yeso Laminado), PUR (poliuretano) proyectado en cámara de aire?

 

De entrada, tendríamos que descartar un SATE; no sería una solución factible desde un punto de vista de optimización de los recursos. No tiene sentido montar todo el tinglado (permisos de ocupación de la vía pública, andamios, etc.) para una sola vivienda. Con relación al PUR proyectado, se podría inferir que, para su realización en una vivienda en altura, haría falta un montaje de elementos logísticos que serían hasta cierto punto disuasorios para conseguir el objetivo.

 

El trasdosado autoportante con LM y PYL se convertirían en la medida mejor de todas las soluciones, aunque habría que valorar la perdida de espacio interior en la vivienda (hasta 7 cm de trasdosado perimetral), con lo que ello conllevaría.

 

Seguiremos la próxima semana.