El presidente Luis Abinader tomó una buena decisión al ordenar el retiro del Congreso Nacional del “Proyecto de Ley de Modernización Fiscal”. Sin embargo, esa decisión no significa que no se deban reformar las finanzas públicas. El propio presidente dijo, con razón, que el país tiene una carga tributaria muy baja y un gasto público muy pequeño.

Si en lo adelante el Gobierno se limita a ajustar el alcance de sus planes de desarrollo, como informó el presidente, disminuirá la inversión pública y se agravarán los problemas económicos y sociales del país. Además, en los próximos años habría que recortar el presupuesto nacional o financiar su brecha financiera con más deuda. Ese camino solo conduciría a un ajuste fiscal recesivo en el mediano plazo, o sea, a una caída del PIB y un aumento del desempleo y la pobreza.

La economía dominicana mantiene elevadas tasas de crecimiento y tiene equilibrio externo, sobre todo altas reservas monetarias (gracias a las remesas); equilibrio de precios (inflación menor de dos dígitos); equilibrio cambiario y monetario (tasas de interés estables, baja mora bancaria y liquidez acorde a la actividad productiva) e incluso equilibrio fiscal, pues el déficit presupuestario no es excesivo. También hay margen para el endeudamiento público. Pero esos equilibrios se romperían si se genera una crisis de pago de la deuda. Por eso, entre otras razones, es clave una reforma fiscal progresiva e integral.

Pero en lo que llega la reforma, el Gobierno debe tomar medidas de recaudación de ingresos, recorte de gastos y cambios administrativos que permitan mejorar los servicios públicos, redistribuir el ingreso y modernizar la infraestructura física y básica. Algunas de esas medidas son:

  1. Combatir la evasión de la renta y la retención ilegal del ITBIS. Autoridades del Gobierno anterior aseguran haber identificado a quienes cometen esos delitos, pero no les cobraron. Si es verdad, hay que cobrarles. Y si no es verdad, hay que dar con ellos y obligarlos a pagar. Las leyes deben aplicarse. ¿Por qué se permite que el Estado pierda 6 veces más de los RD$122,000 millones que quería recaudar con la reforma fiscal?
  1. Eliminar el anticipo a las MIPYMES, que solo aporta el 2.5% de los ingresos tributarios. Esos recursos no se perderían, pues se cobrarían con la declaración anual de la renta. El anticipo es un error de política fiscal que afecta el capital de trabajo de las empresas y no contribuye a resolver las trabas financieras del Estado. Si se elimina, aumentaría la inversión de las empresas y el Gobierno les cobraría más por sus utilidades.
  1. Aumentar a RDS70,000 el monto exento de pago del ISR e indexarlo cada año con la inflación, tal como sugirió el doctor Guillermo Moreno. A ese nivel salarial, cualquier mejoría del ingreso se destina al consumo. Por lo tanto, las empresas aumentarían sus ventas y sus ganancias y el Gobierno recaudaría más.
  1. Eliminar los gastos superfluos del Estado: viajes, viáticos, exoneración de vehículos de congresistas, barrilito, entre otros.
  1. Hacer más eficiente el gasto y la inversión pública, para modernizar la economía, aumentar la productividad y mejorar los servicios y las condiciones de vida la población.

20 de octubre de 2024