El Producto Interno Bruto (PIB) cual valor de todos los bienes y servicios finales producidos dentro de un país en un período determinado, es un relevante indicador del desarrollo.

Singapur tiene una extensión territorial de solo 733 kilómetros cuadrados y 6 millones 677 mil habitantes, más en  cuanto a su PIB supera a los siguientes países: Suecia 450 mil 295 kilómetros cuadrados y 10 millones 343 mil habitantes; Argelia 2 millones 381 mil 741 kilómetros cuadrados y 46 millones 606 mil habitantes; Portugal 92 mil 212 kilómetros cuadrados y 10 millones 352 mil habitantes; y a Chile 756 mil 102 kilómetros cuadrados y 20 millones de habitantes.

Singapur en el Índice Global de Competitividad ya en el 2019 superó a Estados Unidos; índice ese que toma en cuenta 12 factores entre los que se incluyen infraestructura, innovación, sistema de salud y educación primaria, educación superior y entrenamiento laboral y habilidad para manejar la tecnología existente.

Por lo dicho no sorprende los elevados niveles de vida en Singapur. El propio Índice Global de Competitividad se asocia a la capacidad de los países de proveer altos niveles de prosperidad a sus ciudadanas y ciudadanos.

Respecto al Índice de Percepción de la Corrupción (2012-2021) Singapur ocupa el  cuarto lugar entre 180 países, lo que indica un  alto grado de transparencia desde el Estado en la gestión de  los recursos públicos.

Hay que decir además que lo logrado por Singapur ha sido en un proceso de menos de 60 años, cuando entonces era una nación pobre al separarse en el 1963 del Reino Unido pasando  a ser parte de Malasia, logrando su independencia dos años después.

Ante los significativos logros resaltados se proyecta un serio desafío en las próximas décadas debido al rápido incremento de la  tasa de envejecimiento ante la población laboral, que podría en el mediano plazo poner en riesgo lo alcanzado.

Sobre la democracia, más allá de  las distintas formas y modelos en el mundo, en Singapur no se encuentra al nivel de sus impresionantes avances en eficiencia y transparencia del Estado. Ha predominado el personalismo al grado tal que una sola persona fue el primer ministro de Singapur por 30 años y en la actualidad lo  es un hijo con casi 20 años en el puesto.  Se considera además que los órganos electorales no tienen real independencia del Poder Ejecutivo.

Con los tan positivos avances logrados por Singapur en eficiencia y transparencia en tan reducido margen del tiempo histórico, mucho que contribuiría sumar el avance democrático.

Qué tanto invita Singapur como referencia mundial en cuanto a un  detenido estudio Gerencia-Estado.