El nueve de septiembre de cada año, se celebra el Día Mundial del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal. ¿por qué 9 del mes 9?, porque son nueve meses de embarazo, y es importante concienciar a la población sobre la NO ingesta de alcohol durante esos nueve meses de gestación.

Una ingesta de alcohol en cualquier período del embarazo produce efectos en el feto que, dependiendo del momento, frecuencia, duración y magnitud del consumo, asimismo de la susceptibilidad genética individual, pueden generar serias consecuencias.

Estas consecuencias son conocidas como Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), siendo el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) la forma más clásica y severa. En esta oportunidad sólo trataremos este último tema.

El síndrome alcohólico fetal (SAF) es una afección del niño que se deriva de la exposición al alcohol durante el embarazo. No importa la cantidad, ni tipo de bebida con alcohol que se ingiera.

El síndrome alcohólico, (SAF), fetal, es una afección que se deriva de la exposición del feto al alcohol durante el embarazo de la madre. Los daños causados por este síndrome varían según cada niño, sin embargo pueden ir desde problemas de crecimiento, hasta daño cerebral. Estos son irreversibles.

La madre al consumir alcohol, este y su metabolismo cruza la barrera placentaria sin ninguna restricción. El daño radica en que, una vez en el feto, se metaboliza más lentamente en comparación con los adultos debido a la ausencia de las enzimas necesarias para su eliminación, por lo que su concentración sanguínea es mayor. Por consiguiente, el efecto tóxico sobre la placenta causa una interferencia de su función normal, lo que conlleva a una deficiencia en el transporte de oxígeno y nutrición, que interfiere con la formación de tejidos y órganos, incluyendo el cerebro.

Se ha afirmado que la ingesta de alcohol por parte de la madre produce la muerte de algunas células fetales, otras no proliferan apropiadamente y otras al parecer no tienen afección alguna.

De lo que se ha podido detallar, el etanol induce la muerte celular, reducción de proliferación, migración, pérdida de adhesión, alteraciones en la diferenciación y función celular y la desregulación de genes. Y obviamente, mientras la exposición sea prolongada o continua, mayor sus efectos dañinos.

Según establece la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), República Dominicana es el tercer país en la región de las Américas con consumo excesivo de alcohol materno-fetal. El consumo de bebidas alcohólicas es un importante problema de salud pública.

La mayoría de la población no reconoce la adicción al alcohol como una enfermedad. La ingesta de alcohol es habitualmente normal, y además culturalmente aceptado en la República Dominicana. El tomar alcohol diariamente sin percatarse de los efectos secundarios a la salud o no es percibirlo como erróneo.

Un estudio realizado en el Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, muchas madres afirmaron haber consumido alcohol antes del embarazo. La muestra fue tomada en 789 madres, y 31 informaron que continuaron consumiendo aun conociendo su estado. Lo que concluyó un 58% por ciento de las madres consultadas consumieron alcohol durante su embarazo. El 25 de abril del 2019 se inauguró la primera Unidad Espectro Materno Fetal (UEMF) en la misma maternidad, sin embargo, el departamento de Salud

Mental del Ministerio de Salud Pública afirmó que investigaciones realizadas en dos maternidades del país, (Maternidad Nuestra Señora La Altagracia y San Lorenzo de Los Mina), revelan que un promedio de 400 mujeres de entre 16 y 29 años en estado de gestación consumen alcohol. Esto nos indica que el panorama de permisividad hacia el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo va en ascenso.

Los síntomas del síndrome alcohólico fetal varían, según el grado de gravedad que padece el niño. Estos pueden comprender cualquier mezcla de defectos físicos, discapacidades intelectuales o cognitivas y problemas para desempeñarse y afrontar la vida diaria.

Los defectos físicos pueden consistir en:

  • Perímetro de la cabeza y tamaño del cerebro pequeño
  • Deformidades de las articulaciones, extremidades y dedos
  • Rasgos faciales característicos, entre ellos, ojos pequeños, el labio superior excepcionalmente delgado, nariz corta y hacia arriba, y superficie de la piel lisa entre la nariz y el labio superior
  • Defectos cardíacos y problemas con los riñones y los huesos
  • Crecimiento físico lento, antes y después del nacimiento

Problemas cerebrales y del sistema nervioso central:

  • Nerviosismo o hiperactividad
  • Dificultad para razonar y resolver problemas
  • Dificultad para identificar las consecuencias de las decisiones
  • Coordinación o equilibrio deficientes
  • Discapacidad intelectual,
  • Trastornos del aprendizaje y retraso en el desarrollo
  • Mala memoria
  • Problema de atención y para procesar la información
  • Habilidades de razonamiento deficientes
  • Cambios repentinos de humor

Problemas sociales y de comportamiento:

  • Problemas para concentrarse en una tarea
  • Problemas de control de los impulsos y del comportamiento
  • Dificultad en la escuela
  • Problemas para relacionarse con los demás
  • Deficiencia en las habilidades sociales
  • Problemas para adaptarse a los cambios de tareas.

Hay problemas que no se manifiestan en los primeros años, son complicaciones que pueden ser el resultado del Síndrome alcohólico Fetal.

Discapacidades secundarias:

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Agresión, conducta social inapropiada e incumplimiento de reglas y leyes
  • Consumo inapropiado de alcohol o de drogas
  • Trastornos de salud mental, como depresión, ansiedad o -trastornos de la alimentación
  • Problemas para permanecer en la escuela o finalizarla
  • Problemas con la vida independiente y el empleo
  • Comportamientos sexuales inapropiados
  • Muerte temprana debido a un accidente, homicidio o suicidio

Recomendaciones

Aumentar, y crear distintas campañas preventivas del consumo de alcohol durante el embarazo en todos los medios de comunicación, desde redes sociales, comerciales en las calles, avenidas, los centros de salud, y sobre todo, desde las aulas de las escuelas, de manera que las informaciones alcancen la mayor cantidad posible de personas, en particular a las mujeres en edad fértil.

No hay cantidad de alcohol que considere segura para consumir durante el embarazo. Si bebes durante el embarazo, colocas a tu bebé en riesgo de sufrir síndrome alcohólico fetal.

Si sospechas que tu hijo tiene síndrome alcohólico fetal, habla con tu médico lo antes posible. El diagnóstico temprano puede ayudar a reducir algunos problemas, por ejemplo, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta.

Este es un síndrome 100% prevenible, no es heredado, depende totalmente de la conciencia de la madre.

El futuro de los niños, niñas y adolescentes se construye desde su gestación.

¡Cuida lo que consumes!

Merliz Rocio Lizardo Guzmán.
Aprendiz de la conducta Humana