Empiezo a escribir estas palabras con la idea clara, pero sin saber cómo titularé, así que sin título se quedará. Está dedicado a la gente buena, como mi amigo Melvin Peña que todavía tienen fe en un sistema que para mí fracasó.
Hablando con él, tratando de exponer su punto, me di cuenta de la cantidad de personas presas de este sistema y que tienen la mejor intención.
Pero no sé equivoquen los que piensan como Melvin son más prácticos y profesionales, a mi me mueven más los sentimientos por eso mis aportes se hacen con más amor que lógica en un sistema en estado de putrefación.
Lamentablemente cuando eres como yo sabes que la vida es muy corta como para dedicar tiempo a salvar un sistema como el de los partidos políticos dominicanos, el cual obviamente fracasó.
Sin embargo empezaré por reconocer los grandes aportes de los políticos en democracia, pero por principios no mencionaré los méritos de Joaquín Balaguer.
El motivo fue que mi padre me advirtió que nunca me refiriera a él pues era una batalla perdida en un país como este que todos lo critican, pero la mayoría piensa y lo que es peor actúan como él.
En orden cronológico reconozco los aportes de Juan Bosch, Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco, pero como era muy joven los obviaré.
Luego los 10 años de Balaguer, del cual como expliqué no me referiré.
Llegando así el Gobierno de Leonel Fernández que prueba mi punto de que de se puede hacer un país mejor. En este gobierno se hicieron iniciativas importantes, como la reforma de la empresa pública (aunque no salió del todo bien), la creación de la Feria del Libro, y la reforma y modernización del Estado como una estrategia general, por solo citar algunos ejemplos a destacar.
Luego vino el Gobierno de Hipólito Mejía que le tocó enfrentar la más grande crisis bancaria; criticada intervención, pero que fue buena para el país. Una medida valiente que solo una persona como Hipólito podía tomar.
Soy de los que creo que su gobierno no iba del todo mal y sin este acontecimiento hubiera logrado su ansiada reelección.
Han pasado casi 20 años y todavía nadie ha podido señalarle un hecho significativo de corrupción; esa es la gran verdad.
Luego llegaron los 8 años de Leonel y se notó cómo se había vuelto más conservador, pero hizo obras de infraestructura como el metro, eclipsadas por la falta de transparencia lo cual es una pena. No tenía que ser así.
En estos 8 años las iniciativas llovieron. Elija usted la que desee e imagine que están escritas aquí.
Luego, vino Danilo Medina y sus aportes son indudables, sean o no espejismos para algunos; para mí son una realidad: el 911, las visitas sorpresa (reales o no), sorteo de obras, el 4% para la educación y muchas otras cosas más, que usted puede agregar libremente en este texto y participar en su elaboración.
Ahora llegó Luis Abinader, un hombre decente y un demócrata que se merece 4 años más y por el que votaría dos veces sin pensar, un hombre de trabajo que con gente joven, básicamente, ha demostrado que los partidos pueden renacer.
Porque el PRM dejó atrás comportamientos que el PRD nunca pudo controlar, logrando Abinader ser el primer perredeista que logrará la reelección.
Mi tributo sea para estos hombres y sus logros, porque gobernaron en un sistema que trataron sin éxito mejorar.
El problema rampante sigue siendo la corrupción, el coste de estas iniciativas de estos logros para el país y lo lento de este proceso institucional.
No podemos negar que en algunas de las acciones de este sistema existe un cierto grado de eficacia, pero de eficiencia nada.
Nadie le cuestiona la importancia del Metro a Leonel,. ¿pero tenía que hacerse así? ¿Sin un presupuesto claro?, ¿сon el comportamiento censurable de Diandino Peña?. Sin mencionar a Félix Bautista… ¡Válgame Dios!.
En sentido práctico, Hipólito y Danilo reformaron la constitución y Abinader dijo que no iría y se repostuló. Es un problema de comportamiento que debemos corregir.
A mí la clase política no me engaña, y no intento cambiarla desde adentro, eso que lo intenten ellos y créanme que es poco lo que van a avanzar.
El cambio no puede ser hecho por el propio sistema, se necesita fraccionarlo y que este implosione y esperar que salga algo mejor, o quedarnos en el lodazal.
Y digo sin éxito porque, aunque hemos avanzado, duraremos siglos en alcanzar lo que en unas pocas décadas se puede lograr.
Melvin dice que no soy un demócrata y eso es porque primero entiendo que la democracia que hay aquí solo es una muestra de nuestra incompetencia como nación.
No tengo prurito si hay que quitar ministerios que se quiten, se tiene que reformar la constitución que se reforme, si tiene que haber un presidente por 3 periodos que lo haya, si tienen que disolver los partidos, que se disuelvan, el procedimiento lo dice la constitución y si está no lo dice claro pues que se interprete una vez a favor de los dominicanos para variar.
Muchos critican a Bukele y dicen que viola la constitución y para mí el no tenia necesidad de eso, y debe enmendar está situación pero el resultado es que a las “maras” se les acabo el relajo y lo que se debe es crear tribunales especiales que le den toda la legalidad, pero la mayoria presos se deben quedar.
¿Que hay inocentes que pagarán?, ¿ Y ahora, no pagan Miles de inocentes en este supuesto estado de legalidad?. A la clase dominante le gusta ser más papista que el papa, para defender el estado actual.
Bukele durará 4 a lo sumo 8 años más y luego se irá o lo sacaran, pero por este tiempo los animales de las maras estarán en la mega prisión.
A mis amigos de El Salvador que no sean tan defensores de un sistema que no funcionó y que entiendan que pronto Bukele se irá y podrán volver al chiquero en que muchos les gusta estar.
Me podrán refutar lo que quieran, y tratar de hacer cambiar mi forma de pensar, pero esto no tiene sentido por qué nada me hará cambiar el siguiente pensamiento que para mí es medular: “Estamos mal lo estamos haciendo mal y tenemos que asumir esto para poder cambiar, como país, como seres humanos, como nación.
Los del sistema político actual te quieren decir: “que nada se puede cambiar”, “que debemos seguir a cuenta gotas”, “mejorando poco a poco”, “que todo toma tiempo”,
“que la democracia es dialogar”, “4 años más”, “en todos los gobiernos se roba”, “terminaremos como Venezuela”, “mira el desastre de otros países”, “estamos bien, estamos mejorando”….. Y millones de justificaciones más, que pueden tener algo de validez y hasta ser lógicos dentro de la actual realidad.
No quiero para la República Dominicana el desastre de Chávez, la locura de Argentina o la reedición de Ortega en Nicaragua, ni otro loco similar.
Lo que deseo es un cambio, pero no a cualquier precio, para que la República Dominicana tenga una oportunidad y eso no lo pueden hacer los políticos dominicanos ni los que pretenden reemplazarlos, mientras se alían a ellos en una contradicción total.
Es de locos hacer lo mismo y esperar resultados diferentes, por eso quiero un cambio. Déjenme soñar.
No necesitamos una mano dura, ni el hijo de Trujillo ni ese hombre que no me gusta mencionar, pero tampoco necesitamos a Danilo, Hipólito o Leonel. Ellos hicieron sus aportes, pero a mi juicio no fueron suficientes o de la forma que necesita el país.
Este deseo de hablar y justificar el estado actual de cosas, no nos ayuda a avanzar, los expresidentes hablan como si nunca hubieran sido presidentes y la autocrítica es ausente de su accionar.
¿Como el país va a avanzar con la misma gente? , ¿Cómo va a avanzar con la misma forma de pensar? Avanzaremos pero a qué precio y cuánto tiempo durará.
He visto avances en mis 51 años de vida, pero también he visto aquellos que le hemos negado educación, salud, oportunidades, mientras un grupo se alimenta de la res pública y se atreven a cuestionar a los que solo decimos lo que está mal.
Desde la caída de la basura humana en 1961 hasta la fecha ellos han gobernado, y los logros y fracasos está ahí, un avance a cuenta gotas que hace que nuestra sociedad se este descomponiendo y creando jóvenes cuya única meta es tener relaciones sexuales y beber, niñas embarazadas, madres antes de los 16 años, abuelas jóvenes, hombres sin valores, inseguridad ciudadana, y mujeres que se acuestan con cualquiera por un celular.
Si quizá sea su soñador, pero los grandes cambios en el mundo lo realizan los soñadores, los del sistema solo mejoran lo existente y son parte del camino que otro trilló.
En este artículo no cuestionó los aportes que han hecho estos actores a la democracia, simplemente pertenecen al pasado y no espero que compartan el sueño donde las personas no piensen que somos “alegría”, pues somos muchos más.
Según Melvin soy pro Bukele, pero realmente como demócrata hubiera querido hacer lo mismo que él, solo que de una manera más institucional.
De su trabajo se poco, lo que filtran las redes sociales, pero ver todos esos terroristas presos caminando sin esperanza fortalece mi esperanza en un castigo para aquellos que siembran el miedo en la gente buena de este país.
Sueño con una prisión como la mega prisión de Bukele para los políticos corruptos que hay en nuestro país.
Verlos no presos preventivamente, sino definitivamente respetándose su debido proceso, pero presos y sin oportunidad. Un ejemplo para los demás políticos y los jóvenes de esta sociedad.
Siempre la clase política dominante encontrará un motivo para no cumplir la ley, es su naturaleza, debemos consensuar, hay que llegar a un acuerdo, se les oye decir.
En el fondo ellos solo les interesa defender su partido pues aunque finjamos que existen diferentes partidos todos son parte de un sistema que es ineficiente y eso es un hecho que ni ellos pueden negar.
Así que si menos habladeros, menos charlas y manos a la obra, antes que aparezca un Chávez o una fotocopia desgastada como Maduro o algo peor.
El sistema democrático se debe preservar, pero con una profunda modificación.
Algunos dirán que vendrá algo peor, y puede que tengan razón, pero es un riesgo que debemos tomar.
El “status Quo” quiere convencerte que ellos son comunes. Vi hasta a mí padre defenderlo. Qué equivocado estaba en ese punto, aunque en otros siempre tuvo la razón.
Dicen que cada pueblo tiene el Gobierno que merece, otros dicen que los países tienen gobiernos de acuerdo a su avance y esto es un hecho que lo más seguro es que sea verdad, pero ante Dios Latinoamérica se merece algo mejor.
Desde Argentina hasta México los gobiernos son una sucesión de fracasos que lloran antes la presencia de Dios.
El Cambio puede llegar de dentro de los partidos tradicionales (que sería lo mejor) o de un grupo externo que deberá luchar con estos para el bien de las mal contadas 10 millones de almas que vivimos en esta media isla esperando un milagro de Dios.
La implementación de esta nueva democracia se tendrá que llevar a cabo con la limitación de ciertos derechos que lo único que hay que hacer es realizarlos de la forma legal.
Quizás yo no tenga el ímpetu de antes, pero si se que, como dijo Sócrates: “el secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no luchar contra lo viejo, sino construir lo nuevo”, y en eso espero concentrar mi accionar.
La verdad es que es que los seres humanos como Melvin son excepcionales, creen en el consenso y la consulta, que la mayoría de los casos son usados por los que llevan el timón de la República para justificar las decisiones que ya han tomado para darles legitimidad.
Pero yo no soy político y reconozco que todo no se perdió, aún queda la esperanza de una República Dominicana parte de una Latinoamérica mejor y llegará el momento de darle la oportunidad a algo diferente y yo espero que sea algo que valga la pena y no extrañaremos el desastre actual.