-Porque: Tremendo error, aparecerse en la cueva del lobo y, amenazarlo con una barra de papel.

-El hombre que más ha vivido, no es el que más años ha cumplido, si no, que más experiencia ha acumulado. Rousseau.

Convencido estoy de que, por más que grite y patalee, resulta cuesta arriba obtener algún tipo de producto con lo que pienso, digo o creo, pero, a pesar de todo, continuaré expresando lo que pienso más conveniente para este pueblo -que por igual es para mí y los míos-, aún por encima de los políticos, que cual garrapata, se adhieren a las tetas del Estado y no hay vergüenza alguna en reclamar eso que ellos consideran como un premio a la verborrea empleada, todo, con la finalidad de engañar a los incautos y a otros no tanto.

Vi a uno de estos esperpentos reclamando su derecho a entrar a las arcas del Estado y, simplemente, me dieron ganas de devolver lo que había en mi estómago. Son estos personajes, que, en vez de estar reclamando prebendas, deberían de encontrarse en la cárcel o en medio de un proceso judicial por las tropelías llevadas a cabo cuando tuvieron la oportunidad de hacer un trabajo digno, dentro de los gobiernos a quienes han servido. Pero esto no ha sido así, ya que, desgraciadamente, han sido protegidos con toda una capa de blindaje por parte de sus padrinos o compadres políticos.

Es por eso, por lo que considero, que la magnanimidad nada tiene que ver con la “solidaridad “política, debido a que esta, no comulga con el engaño; el interés encubierto y la degradación de la moral humana. Pero, la historia es como el mar, que llegado el momento y las circunstancias, tira toda la basura fuera. Ahí tenemos, sin mucho rebuscar en hechos ocurridos, lo que aconteció con un “Onorable” que recibió decenas de millones de pesos para hacer una carretera y cuando le reclamaron el por qué no la había construido, expresó que el dinero lo había gastado en la campaña política, y, nada pasó.

De igual manera ocurrió con la construcción de la Jefatura del Ejército, hoy Comandancia General (otro nombre, pero el mismo asunto) -que ahora veo otro desembolso para lo mismo-, donde por la razón que sea, fueron desembolsados decenas de millones y nada se hizo y nadie dijo nada y nada ha sucedido, pero, donde se le pone la tapa al pomo, tanto por lo escandaloso, ruidoso, cantidad de “honorables” incluidos y, sobre todo, los no mencionados pero si beneficiados y que, ahora resulta, que las pruebas no fueron tales, ya que se hizo lo impensable para proteger las principales cabezas, demostrándonos que la verdad procesal, no siempre es igual en la verdad real.

Es por eso por lo que, ahora, nos duermen con nuevos códigos, nueva justicia, que, si el procurador la designa tal o cual, en fin, todo un circo mediático sin que nadie se vaya al fondo del asunto, donde considero, que la razón no está en el derecho en sí, si no, en su debida aplicación, y, si así fuese, otro gallo estaría cantando y no estaríamos viendo juicios, donde se exponen más los conocimientos teóricos de las leyes de abogados y jueces, que la culpabilidad o no del sometido.

Pero, nos encontramos en medio de llamados y promesas de cambios y, si así es, vamos a hacerlo, pero cuasi radical, iniciando por el problema de la cantidad de “honorables”, alcaldes, regidores y demás yerbas, que en base a una asqueante “ley”, creada de mala fe para beneficio de los políticos, en cada elección crecen como la verdolaga, constituyendo esto una aberración.

Y, dentro de estos cambios, disponer que todo policía o militar que se encuentre prestando servicio con funcionarios o ex, al igual que aquellos que están en bancos e instituciones civiles, decidan si vuelven a los cuarteles para ser policías y militares o, por el contrario, continuar como empleados públicos o privados. ¿Quién le pone el cascabel al gato? Bueno, hace falta llenarse de valor en todos los sentidos. ¡Sí señor!