Carlos Sujou, hijo querido acaba de cambiar de morada el 24 de enero 2022.

Diógenes Abreu, poeta, pintor que reside en Estados Unidos quien lo tuvo en sus brazos desde niño. Acá están sentimientos comunes, universales, ante sentimientos de nostalgia y de resiliencia.

Comparto acá este escrito para Carlos Sujou, un poema de remenbranza, resiliencia y amor.

 

A Carlos Sujou Mata Sang,

en memoria

 

Ya me duele el alma

de tanto querer arrebatarle amigos a la muerte,

pero este poema, Sujou,

debo sembrarlo en la más alta cordillera de la angustia,

en el árido trayecto de los adioses,

en la deriva de la tranquilidad;

 

después, curado de espantos y tormentos,

he de celebrarte como tórrido canto de las aves

que vuelan hacia el horizonte,

esas que llevan en sus alas cálidas memorias,

huellas del bosque donde desandaron caminos,

polen de sueños para mostrar a los demás cómo era su casa;

 

debo estampar tu sonrisa en mi ventana

para que mis mañanas huelan a mágicos ríos,

para que mis ojos trasmuten hacia el valle de las sublimidades,

para que mis manos toquen la nobleza de la inocencia;

 

en primavera miraré con tus ojos,

robaré el aromo de tu olfato

para no perder el trayecto de la madruga

y sus embrujos nocturnos,

coda a coda armaré la melodía que nos retorne

al sacrosanto silencio de la niñez,

allí donde tenerte en mis brazos fue un privilegio,

un oleaje de esperanzas compartidas;

 

aquí, Sujou, mi bandera de amor sobre tu pecho

lapidada como ungüento que cura el olvido,

remanso de lluvia que lava el sendero de la muerte

y nos une de nuevo en el abrazo de lo eterno.

©Dió-genes Abréu

Enero 25 de 2022

New York