Shaquille O’Neal, conocido por su dominio en la cancha de baloncesto, ha encontrado una nueva arena en la que destacar: el mundo de la bolsa de valores. Esta vez, no se trata de encestar el balón, sino de hacer grandes jugadas con las SPAC (Special Purpose Acquisition Companies). Al asociarse con Forest Road Acquisition Corp, una SPAC que buscaba recaudar $250 millones de dólares para invertir en los sectores de entretenimiento y medios, Shaq no solo ha captado la atención de sus fans, sino también la de inversionistas serios, que ven en las SPAC una vía rápida y eficiente para hacer crecer sus inversiones.

¿Por qué figuras como Shaq están en el entorno de las SPAC? La participación de personalidades del deporte y el entretenimiento en las SPAC no es casual. Estas figuras, como Shaquille O’Neal, no solo aportan su fama, sino que también se presume que tienen un conocimiento en sectores específicos, como entretenimiento, deportes y medios. Este conocimiento les permite identificar oportunidades de inversión que pueden no ser evidentes para los inversionistas promedio. Al convertirse en sponsors de SPAC, estas celebridades pueden atraer la atención de inversores interesados en su experiencia y en el potencial de crecimiento de los sectores que representan. Además, su fama proporciona una capa adicional de confianza, lo que puede ayudar a que las SPAC capten rápidamente la atención de los mercados y de los inversores. Figuras como David Beckham y la tenista Maria Sharapova han hecho lo mismo al involucrarse en iniciativas como las SPAC, aprovechando su prestigio y conocimiento de los actores del mercado.

Pero, ¿qué son exactamente las SPAC? Las SPAC son vehículos de inversión creados sin operaciones comerciales propias. Cotizan en bolsa sin haber definido una empresa concreta a adquirir; su única misión inicial es recaudar dinero a través de una oferta pública inicial (IPO por sus siglas en inglés) y luego buscar una empresa privada con la que fusionarse. De esta manera, las SPAC permiten a las empresas privadas cotizar en bolsa de forma rápida y sin muchos de los obstáculos que presenta una oferta pública tradicional.

Funcionamiento de las SPAC. El proceso es sencillo en apariencia. Primero, se forma una SPAC con el objetivo de captar fondos mediante una IPO. Estos fondos se guardan en una cuenta fiduciaria mientras los fundadores buscan una empresa objetivo que pertenezca a un sector atractivo, como tecnología, medios o agroalimentario. Es decir, la SPAC cotiza en bolsa antes de haber definido qué empresa privada adquirirá. Una vez que se identifica la empresa, los inversionistas votan si aprueban la transacción. Si no están de acuerdo, pueden retirar su inversión inicial. Si se aprueba la fusión, la empresa objetivo de la adquisición se convierte en pública y los accionistas de la SPAC pasan a ser accionistas de la nueva entidad.

Este sistema ha captado la atención de grandes figuras deportivas y del entretenimiento porque combina la visibilidad pública con un proceso que ofrece flexibilidad y menos regulaciones en comparación con una IPO tradicional. La fama de los involucrados atrae la confianza del público, lo que genera un efecto en cadena en la valorización de las acciones de la SPAC.

Con lupa en mano, el regulador no quita la vista de las SPACs. A pesar del atractivo de las SPAC, hay preocupaciones importantes que han sido destacadas por reguladores como la AMF (Autoridad de Mercados Financieros en Francia).

Según el informe de la AMF, aunque las SPAC se presentan como una vía rápida para cotizar en bolsa, también existen riesgos significativos. El informe destaca la importancia de alinear los intereses de los fundadores y el público inversionista. En muchos casos, los fundadores, al tener acceso a precios preferenciales de las acciones, pueden tener incentivos para realizar adquisiciones que maximicen su propio beneficio, incluso si no son las más favorables para los inversionistas. En algunos casos, la dilución puede alcanzar el 67%, afectando el rendimiento final.

Además, el informe advierte que, aunque las SPAC permiten una menor burocracia comparada con una IPO tradicional, los riesgos de transparencia y los conflictos de interés deben ser manejados con gran cuidado. La falta de información detallada antes de la adquisición y la presión para encontrar una empresa a adquirir o fusionar en un tiempo limitado pueden llevar a decisiones apresuradas. Un seguimiento regulatorio más exhaustivo puede ser necesario para evitar que las SPAC se conviertan en vehículos especulativos que beneficien desproporcionadamente a los fundadores a costa del público inversionista.

En resumen, el informe de la AMF subraya que, si bien las SPAC pueden ser una oportunidad atractiva para figuras del entretenimiento, empresarios y celebridades, es fundamental asegurar que las estructuras sean transparentes y los incentivos estén alineados. La dilución de las acciones y el riesgo de conflictos de interés deben controlarse para garantizar que los inversionistas no pierdan parte de su valor original.

El potencial de las SPAC en América Latina. Aunque las SPAC han florecido en Estados Unidos y Europa, el modelo ofrece un potencial inexplorado en América Latina. Con barreras significativas para el acceso al capital, las SPAC podrían ser una vía eficiente para que las empresas tecnológicas, startups y sectores clave accedan a los mercados financieros. América Latina, con sus mercados en desarrollo y la creciente digitalización de sus economías, podría ver un auge en el uso de SPAC como herramientas para impulsar su crecimiento económico y atraer inversión extranjera.

El veredicto final: ¿Fama o visión empresarial? Es cierto que celebridad y negocios no siempre han sido el mejor maridaje. Sin embargo, en el caso de las SPAC, la combinación de fama y finanzas ha demostrado ser una fórmula interesante. Las celebridades no solo aportan visibilidad, sino también una red de contactos que puede atraer inversionistas y brindar confianza a sectores clave, como tecnología o entretenimiento. Figuras como Shaquille O’Neal, David Beckham y Maria Sharapova han demostrado que pueden traducir su éxito en los deportes a iniciativas empresariales complejas como las SPAC.

El éxito de las SPAC no depende solo de la notoriedad de los nombres, sino de una ejecución cuidadosa. La alineación de incentivos y la transparencia con los inversionistas son fundamentales para asegurar su viabilidad en los mercados emergentes, como América Latina. Aunque el respaldo de celebridades puede ser una ventaja a nivel de marketing y visibilidad, el verdadero éxito de las SPAC radica en su correcta ejecución: en tener como objetivo de adquisición empresas con fundamentos sólidos y ofrecer retornos atractivos y sostenibles a largo plazo.

Consultas/Bibliografía