Es refrescante a los ojos y a la piel de la política dominicana observar a alguien ajeno a la rutina demagógica, a la incapacidad discursiva y a los rostros anti éticos. Reconforta ver jóvenes talentosos que han subido la escalera de la preparación, del trabajo duro y honesto, armonizando las palabras con sus hechos.

Este es el caso del doctor Fulgencio Severino, médico cardiólogo, nacido y criado entre surcos y arados de Conuco, en la provincia de las mariposas, errante en colegios, liceos, universidades, hospitales y países, para especializarse en humanidad y en el servicio sanitario, teniendo a la patria en sus plantas y al pueblo en su cabeza.

El destino, que no es más que la suma de nuestros pasos, coloca hoy al médico Severino en el trayecto  de una candidatura presidencial nueva y distinta, que recorre el territorio nacional con su estetoscopio en el corazón auscultando el sentir de los excluidos, explotados y desesperanzados, para liberarlos del olvido y la manipulación electoral.

Un político atípico que vive del salario y su trabajo de cardiólogo, gremialista que defiende a sus pares teniendo la salud del pueblo por delante, siendo uno de los armadores a partir de 2002 del Seguro Nacional de Salud (SENASA), sin el cual más dominicanos habrían muerto ante  la expoliación y negación de servicios de las ARS privadas.

Investigador académico, científico, docente, escritor, padre y hermano de todos como enseñó el cristianismo. Lleva más de 25 años trabajando en el Estado, conoce la administración pública, las ventajas de su profesionalización y la disciplina del trabajo,  lo dañino del burocratismo, del nepotismo y el tráfico de influencia que lo corroe todo.

El Movimiento Patria para Todos y Todas ha tenido el acierto de señalarlo  como su candidato presidencial, lo que será validado en una próxima convención. Respaldado, también, por independientes y varios grupos políticos, entre los que están el Movimiento Político REDES, el Partido de la Unificación Comunista, el Partido Comunista Marxista Leninista y la Coalición de Partidos y Movimientos de Santo Domingo Este.

En medio de la corrupción de ayer y de hoy de los partidos de la oligarquía, de mucha pobreza y desempleo, bajos salarios y una desigualdad económica que crece, el ejemplo, la voz y el programa de gobierno democrático, soberanista y revolucionario de Severino es una luz al final del túnel.