“En la variedad está el gusto”, reza un adagio, uno sabio y antiguo como lo es la savia de la mejor sabiduría. Hoy se vuelve a poner de manifiesto, pese a cierta tozudez, en el mundo empresarial. Viene a recordarnos la importancia de crear organizaciones más humanas, con valores y más resistentes contra los vientos de la incertidumbre. 

La diversidad representa hoy múltiples ventajas para las empresas, en términos de creatividad, capacidad operativa, rentabilidad, imagen y atracción. Pero sobre todo en términos de dignidad y satisfacción. 

Las organizaciones con más apoyo a la diversidad crean un clima laboral más receptivo. Son espacios donde los colaboradores se sienten acogidos, en lugar de mantenerse a la defensiva, en un boxeo de sombras. Desde esta base de bienestar y satisfacción, los colaboradores laboran con más armonía, menos fricciones y más deseo de participación. 

A tal punto puede llegar la sinergia que Scott Pages, director del Centro de Estudios para los Sistemas Complejos, en la Universidad de Michigan, no duda en ponderar la diversidad por encima del talento. Indica que en un equipo diverso se puede compensar la falta de experiencia y también puede arrojar soluciones diferentes. Léase: soluciones más competitivas en mercados, por cierto, complejos e inciertos. 

Ventajas de la diversidad 

“Las marcas ya no son sólo productos o servicios, sino que representan valores y actitudes que quieren atraer talento y generar reputación corporativa. Por ejemplo, para 2021, 76% de los candidatos a empleos consideraba que la diversidad en el lugar de trabajo era un factor importante para evaluar una oferta laboral, según una encuesta de la consultora Glassdoor”, recuerda Marcela Ospina, vicepresidenta de Sostenibilidad e Inclusión de Both People & Comms, división de Newlink Group para el acompañamiento en la transformación cultural. 

La especialista ha ayudado a grandes empresas, en Europa y América Latina, a hacer la transición hacia culturas más inclusivas. Ha presenciado, en consecuencia, cómo estas organizaciones consiguen beneficios en innovación, atracción y fidelización del talento, reputación en la industria y en el mercado, y en rendimiento financiero. 

Esto último, por cierto, no es un hallazgo tan nuevo, basta recordar el reporte de McKensey & Company, que advertía ya en 2015 que las empresas con una alta diversidad étnica y racial tienen 35% mejores resultados financieros que la media de empresas de su sector. También se indicaba que las empresas con una alta equidad tenían resultados económicos 15% mayores que el promedio de sus pares en el sector. 

Formarse para la diversidad 

Ospina es de la idea, y coincidimos con ella, de que la diversidad no es una píldora mágica; si no está acompañada de inclusión y de equidad, es mera letra muerta. 

Con ello quiere decir que si no hay verdadera empatía, capacidad de comunicarse, escucha activa e influencia en las decisiones estratégicas; entonces, solo se habla de una diversidad nominal. Para que realmente haya una conversión hay que formarse, empezando por el liderazgo. 

“Un inconveniente importante son los sesgos inconscientes, los cuales pueden impedir la incorporación de nuevos y valiosos integrantes. Para ello trabajamos con el liderazgo con el método SEEDS, que significa moverse en dirección opuesta a lo que nos resulta tradicionalmente similar, que encaja solo en lo esperado, que evita lo nuevo y distante”, relata Ospina. 

Otro sistema que implementa la firma de NewlinkGroup, y que ya está disponible en República Dominicana, es el Inclusion Journey: “Un líder”, explica Marcela, “que sea capaz de compartir su propia evolución personal de mindset en su evaluación con su responsable, en una charla pública que explique su crecimiento o en reuniones semanales con su equipo puede ser un gran salto”. 

La diversidad en República Dominicana 

Dentro del país debemos prestar mayor atención a la diversidad, inclusión y equidad, en especial cuando República Dominicana busca una posición de liderazgo en el mercado caribeño.  

Y no basta con declararse inclusivo, hay todo un camino previo para lograr una transformación cultural, de eso estamos convencidos en Newlink Dominicana. Desde donde hemos empezado un acompañamiento a organizaciones aliadas para, primero, detectar esos patrones inconscientes que limitan la diversidad y, luego, aplicar diálogos, mecanismos de colaboración e instancias de entendimiento que puedan maximizar las virtudes de la pluralidad.